domingo, 23 de noviembre de 2008

Reconocimiento a sobrevivientes del 30 de Julio de 1975

*
Diplomas similares fueron entregados a sobrevivientes de la represión militar del 30 de julio de 1975.

El acto realizado en el Teatro Universitario, constituyó un aporte a la conservación de la memoria histórica de la Universidad de El Salvador y fué un ejemplo de reconocimiento al esfuerzo individual de lucha por la democracia política y la autonomía universitaria.


*

domingo, 16 de noviembre de 2008

Por una renegociación del CAFTA

*
Esta documentación, a solicitud nuestra, fué enviada por el Dr. Sergio Reuben Soto, de la Universidad de Costa Rica. Compartimos con el Dr. Reuben Soto exposiciones en un foro sobre la crisis mundial actual durante el recientemente realizado XI Congreso Centroamericano de Sociología, en el campus de la Universidad de El Salvador. Ahí nos enteramos de esta importante iniciativa de renegociación del CAFTA.

La Sociedad y la Universidad de Costa Rica han sido un ejemplo latinoamericano de lucha por los intereses económicos y sociales nacionales en el proceso del Tratado de Libre Comercio de Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA). Las razones para impulsar una renegociación del CAFTA se exponen con claridad y puntualidad en el documento que se adjunta.

Nuestra propuesta sería que la Universidad de El Salvador se convierta de manera proactiva en una de las instituciones líderes en la recolección de firmas apoyando los términos de este documento.

8 de octubre de 2008

Señores (as)

Organizaciones Sociales
Centroamérica
Presente

Estimados (as) señores (as):

Reciban un cordial saludo de nuestra parte. Hace algunas semanas fuimos informados del interés de un grupo de Congresistas y Senadores demócratas de incidir, a partir de la posible elección de Barack Obama como Presidente de los Estados Unidos, para una posible renegociación del CAFTA. Este interés se basa en las declaraciones del mismo candidato Obama,

quién ha dicho que en referencia a América Latina, lo que desea es tener relaciones entre socios y no súbditos, y que una vez electo revisará todos los tratados comerciales.


Para promover esta tarea en América Latina fueron escogidos un ciudadano brasileño, uno ecuatoriano, uno colombiano y en el caso centroamericano al señor Ottón Solís. En dicha escogencia privó el criterio de que estuviéramos a favor de establecer relaciones comerciales con Estados Unidos, pero mediante otro tipo de acuerdos y bajo otras condiciones.

Así mismo, para Centroamérica, se encomendó la redacción de un documento corto que estableciera algunos posibles temas de renegociación, una vez que se abra esa posibilidad (documento adjunto); pero principalmente se encomendó la búsqueda de la mayor cantidad de firmas de apoyo, a esa posibilidad de mejorar el CAFTA ya negociado.

Las firmas pueden ser de organizaciones y de líderes sociales y empresariales que consideren esta iniciativa como una oportunidad para mitigar los impactos negativos del TLC negociado.

En este marco, el objetivo principal de esta carta es, tanto explicarle a su organización el proceso y contexto de esta iniciativa, así como, solicitar el apoyo de su organización mediante la firma del documento adjunto.

Muchas gracias por su atención.

Cordialmente,

Ottón Solís, Presidente Comisión Política del Partido Acción Ciudadana (PAC)

Guido Vargas, Secretario General Unión de Pequeños y Medianos Agricultores (UPA)

José Merino del Río, Diputado Asamblea Legislativa de Costa Rica.

Heidi Murillo, Presidenta de la Federación de la Conservación del Ambiente (FECON)

Diego Rojas, Cámara de Empresarios Por Costa Rica

Alonso Araya, Secretario General de la Asociación de Empleados de Energía y Comunicaciones (ASDEICE),

Albino Vargas, Secretario General Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP).

Obispo Melvin Jiménez, Iglesia Luterana Costarricense (ILCO).

Miguel Picado, Sacerdote Católico Costarricense- Foro por Costa Rica

Alberto Cortés Ramos, Miembro Consejo Universitario, Universidad de Costa Rica

Víctor Hugo Morales, Plataforma de la Economía Social

Francisco Molina, Diputado y Jefe de Fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC)

Elizabeth Fonseca, Diputada del PAC

(Y más firmas solidarias)

Cc: archivo personal


CENTROAMÉRICA SOLICITA UNA RENEGOCIACION DEL TLC

El comercio debe contribuir al desarrollo de los pueblos

I.- Nuestra posición ante los tratados comerciales

El TLC suscrito entre Centroamérica, República Dominicana y EEUU no contribuye a combatir la pobreza ni a un desarrollo equitativo. El Tratado protege a las corporaciones transnacionales estadounidenses y deja indefensos a nuestros países, particularmente en agro, las medicinas y el medio ambiente.

La crisis actual del mercado financiero internacional revela la urgencia de revisar compromisos fundados en una estrategia que confía exclusivamente en las fuerzas del mercado.

El texto actual del TLC tiene el sello de la política exterior y comercial de la Administración Bush: establece relaciones de súbditos y no de amigos ni socios, a lo que aspiramos en un futuro gobierno del Partido Demócrata.

En Costa Rica el TLC con EEUU fue negociado a espaldas de la ciudadanía.

Se debe aclarar que algunas organizaciones firmantes de este documento no creen en los TLC, sin embargo manifiestan su anuencia de apoyar una modificación sustantiva del CAFTA que mitigue su impacto negativo.

II.- ¿Qué TLC proponemos?

Nuestros pueblos proponen reformar el Tratado de Libre Comercio con EEUU, bajo las siguientes consideraciones y planteamientos:

1. Un TLC en el que si los EEUU mantenga mantiene subsidios agrícolas, nuestros países no tengan que eliminar las protecciones existentes a su propia producción alimentaria.

Nuestra propuesta:

Un TLC que no fuerce a los países centroamericanos a convertirse en meros importadores de productos agrícolas subsidiados.

El Tratado de Budapest y el Convenio UPOV (artículo 15.1.5), deben quedar fuera del TLC pues lesionan el derecho de los agricultores, del campesinado y pueblos indígenas.

Un TLC que no incorpore la renuncia a la aplicación del derecho a la Salvaguarda Agrícola Especial (SAE) de la OMC.

Un TLC que favorezca una política de seguridad alimentaria nacional, y el establecimiento de políticas de apoyo a los pequeños y medianos productores nacionales.

2. Un TLC en el que no obligue a nuestros países a garantizar a los inversores estadounidenses medidas extraordinarias de protección que incluso superan las que disfrutan en los propios EEUU.

Nuestra propuesta:

Que no se prohíba establecer “requisitos de desempeño” a los inversionistas extranjeros, quienes no deben contar con privilegios exclusivos, que superen los derechos de los ciudadanos y las comunidades; que se disponga de instrumentos para orientar la inversión extranjera, de tal manera que sea compatible con los intereses nacionales, sobre todo en el aspecto ambiental y laboral.

Un TLC que en materia de Servicios e Inversiones aplique el enfoque de listas positivas vigente en la actualidad, según el GATS de la OMC.

3. Un TLC que proteja los derechos de propiedad intelectual de las industrias farmacéuticas y agroquímicas, sin exceder los acuerdos establecidos en por la OMC.

Nuestra propuesta:

Un TLC que en el campo de la producción de medicamentos genéricos no extienda el plazo de las patentes, ni permita un período adicional para la presentación de los datos de prueba.

Un TLC que no prolongue el monopolio sobre la patente por parte de las empresas farmacéuticas atentando contra la seguridad social y una mayor libertad comercial.

4. Un TLC en el que así como nosotros respetamos la democracia vigente en EEUU, no se nos exija acogernos a mecanismos de solución de controversias que atentan contra nuestro sistema legal, asimismo democráticamente establecido.

Nuestra propuesta:

Un TLC que no obligue a los Estados firmantes a aceptar la exigencia de someterse a la competencia de tribunales arbitrales internacionales de carácter privado, cuando así lo soliciten los inversionistas de las otras partes y que estos órganos supranacionales no tengan la interpretación final respecto de las compatibilidades con el tratado.

5. Un TLC que establezca mecanismos apropiados de para la protección del medio ambiente.

Nuestra propuesta:

Un TLC que respete las diversas iniciativas de protección al medio ambiente, promovidas en las últimas décadas por los países centroamericanos, que no excluya las disposiciones de las leyes nacionales que regulen el acceso a los recursos naturales (art. 17.28), y que incluya los procedimientos para otorgar concesiones y permisos para la utilización y explotación del agua y de las fuerzas asociadas a ella, de los bosques, de los recursos minerales, de los recursos marinos y de la biodiversidad en general, así como los derechos de las comunidades indígenas asociados a dichos recursos.

Un TLC que no considere como “servicios” aspectos tan delicados como la bioprospección sobre la biodiversidad nacional o la exploración petrolera.

6. Un TLC que garantice la efectiva protección de los derechos de los trabajadores de acuerdo a los convenios internacionales.

Nuestra propuesta:

Un TLC que no oculte los diversos costos laborales, sociales y ambientales de la producción de cada país y reconozca las asimetrías que existen entre los diversos países en esos campos, con implicaciones en los costos de producción y la competitividad.

Un TLC que reconozca expresamente la libertad sindical y tutele el principio de no discriminación, los salarios mínimos y los derechos de la mujer, que sí se reconocen en el NAFTA, al igual que la prohibición al trabajo infantil. Debe también incorporar, al igual que el NAFTA el tema de los migrantes.

El Consejo de Asuntos Laborales creado al amparo del TLC, que es el encargado de velar por el cumplimiento de su articulado en esta materia, debe dar espacio equitativo a la representación ministerial, empresarial y del sector laboral.

7. Un TLC que promueva el comercio de mercancías industriales pero que permite a los países centroamericanos proteger sus industrias emergentes.

Nuestra propuesta:

Un TLC que permita el fomento de la empresa nacional como motor de desarrollo endógeno en muchas áreas de competencia empresarial; que impulse del sector empresarial centroamericano como factor de desarrollo y evite su desplazamiento o absorción por parte de empresas internacionales, especialmente en el caso de las PYMES.

8. Un TLC en el cual así como nosotros no obligamos a EEUU a privatizar, por ejemplo, sus actividades de investigación o desarrollo, no se nos obligue a la apertura de servicios públicos importantes para nuestro estilo de desarrollo y a ponerlos a disposición de las corporaciones multinacionales.

Nuestra demanda propuesta:

Un TLC en que nuestros países cuenten con la opción de fortalecer servicios públicos estratégicos como herramientas de movilidad social, crecimiento productivo, distribución de la riqueza y solidaridad, bajo una lógica de acceso universal, eficiente, al costo y sin distingos de clases o ubicación geográfica; servicios como las telecomunicaciones y la energía, la banca y los seguros.

9. Un TLC que no liberalice la producción y el comercio de armas.

Nuestra propuesta:

Un TLC que rechace cualquier inversión que contribuya a la guerra y al comercio de armas, con mismo énfasis con el que se rechaza la inversión extranjera depredadora del ambiente o violadora de normas laborales que respeten la dignidad de los trabajadores.

Visite:

*

sábado, 15 de noviembre de 2008

Rasgos históricos de la UES del Siglo XIX al XX

'
Un sumario inicial, por décadas de la historia de la UES.

Si se pudiera resumir, así sea inicialmente, el desarrollo histórico de la UES, por décadas, una hipótesis del comportamiento sería la siguiente:

Siglo XIX

Década del 40 y del 50

' Universidad dirigida por claustros, altamente centralizada con influencia directa de la Iglesia.
' Los nombramientos de las autoridades universitarias dependen directamente del Ejecutivo.
' Se perfilan las Facultades, iniciando Derecho y Medicina.
' La década del 50 del siglo XIX fué de decadencia, por el terremoto de 1854. La UES se trasladó a San Vicente.

Década del 60

' Disputa entre el modelo conservador y liberal para la conducción de la Universidad.
' Reformas liberales de Gerardo Barrios en la primera mitad de la década; traslada la Universidad a San Salvador.
' Disuelve los claustros y elimina el poder de la Iglesia.
' La Universidad está dirigida por el Consejo Superior de Instrucción Pública y no por claustros.
' Las autoridades son nombradas por el Ejecutivo.
' Reformas conservadoras de Francisco Dueñas en la segunda mitad de la década del 60.

Década del 70

' Predomina el modelo liberal.
' Primer momento de la Autonomía Universitaria.
' Las autoridades son nombradas por el Consejo de Instrucción Pública.
' Se fundan las Universidades de Oriente y Occidente el 15 de octubre de 1874.
' Se afianza el rechazo al régimen claustral.

Década del 80

' Se le niegan condiciones de igualdad a las Universidades de Oriente y Occidente.
' Existen dificultades en condiciones financieras y de asistencia de alumnos para las mencionadas Universidades.
' A finales de la década se suprime la autonomía universitaria (26 de diciembre de 1887).

Década del 90

' Primera mitad, se suprime el Consejo de Instrucción Pública y la Rectoría; segunda mitad, se restaura el Consejo de Instrucción Pública, cancelado por el derrocado gobierno de Ezeta.
' Se restaura la autonomía universitaria (28 de septiembre de 1898).
' Se funda la Universidad Libre que dura 5 meses.

Siglo XX

En las primeras décadas

' Desarrollo de la Universidad sujeta al Ejecutivo.
' El gobierno desarrolla una política no obstruccionista del desarrollo de la UES.
' Se impulsan trabajos de extensión universitaria.
' Desarrollo institucional.
' Reformas de Araujo.

Década del 20

' A principios de la década la Universidad está sujeta al Ejecutivo; imperó el Estado de Sitio en casi toda la década.
' Se reformaron planes de estudios y los estatutos (1925).
' A finales de la década (1927), se levanta el estado de sitio a solicitud de los estudiantes universitarios y se restaura la autonomía universitaria.
' Funcionaban 5 Facultades y tres Institutos.

Década del 30

' A principios de la década, la UES tiene una gran incidencia política en los sucesos político-militares nacionales; en el resto de la década, persisten condicionamientos del Ejecutivo.

Década del 40

' La primera mitad continúa sometida a los dictados del Ejecutivo; la comunidad universitaria participa en el proceso (“la huelga de brazos caídos”) que culminó con el derrocamiento de la dictadura del General Maximiliano Hernández Martínez.
' En la segunda mitad, la UES abandera la integración de la Educación Superior Centroamericana.

Década del 50

' Se establece constitucionalmente la autonomía universitaria.
' Desarrollo del campus universitario.

Década del 60

' Reforma universitaria acorde con el desarrollo de los modelos de reforma educativa impulsados por los Estados Unidos.
' Resurgen los Centros Universitarios de Oriente y Occidente, sin carácter de Universidades.

Década del 70

' Intervención militar (1972) y gubernamental administrativa y académica.
' La UES pierde su autonomía.
' Masacre del 30 de julio de 1975. Punto central de la lucha de masas nacional.
' El modelo interventor fracasa a finales de la década.

Década del 80

' La UES “en el exilio”.
' La UES, alquila locales para continuar sus actividades académicas, debido a la ocupación militar del campus durante cuatro años.
' Persecución y represión de la dictadura militar contra la comunidad universitaria.
' Desarrollo de las Universidades privadas.
' Se potencializan las relaciones internacionales en apoyo a la Institución.

Década del 90

' Primera mitad, intento de reforma similar a la década del 60, potencializando estructuras centralizadas y una reforma educativa similar que no cristaliza.
' Se crea la Facultad de Ciencias Naturales y Matemáticas.
' Poco impulso a la investigación científica especializada.
' Nueva Ley Orgánica se aprueba en la Asamblea Legislativa transformando las formas de elección de autoridades universitarias.
'

Institutos de Investigación por Facultad

'
UNA PROPUESTA PARA EL DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA DE LA UES: CREACIÓN Y DESARROLLO DE INSTITUTOS DE INVESTIGACIÓN EN CADA FACULTAD

Esta proposición fué elaborada básicamente en agosto del 2006 y consideramos que algunos de sus planteamientos tienen vigencia, al menos, para propiciar la discusión de algunos puntos que consideramos importantes.

1. La UES debe fijar su desarrollo en la priorización de la investigación científica y tecnológica (ICT).

Es conocido el hecho de que en el mundo contemporáneo, el conocimiento científico-tecnológico, se convierte en una fuerza productiva directa, de cardinal importancia en el desarrollo económico y social de los países. De manera que resulta una tarea vital para el desarrollo nacional impulsar la investigación en ciencia y tecnología aplicadas.

Para la UES, el impulso de la investigación científica y tecnológica, es también una genuina y legítima expresión de su naturaleza, de la razón de su existencia, por ser una entidad dedicada a la formación de profesionales y al desarrollo de la cultura superior.

Al potencializar la investigación, la UES, consustancialmente, ejerce su influencia orientadora en la sociedad en su conjunto, configurando una conciencia científica nacional, que ilumina la práctica social, en las más diversas dimensiones y actividades.

La UES, tiene tres funciones principales: docencia, proyección social e investigación.

La docencia, es la actividad central, pues en ella descansa la formación de profesionales; la proyección social, ha sido históricamente una de las funciones más fortalecidas, debido a que la dinámica de los conflictos y consensos sociales, en el período de la guerra requirieron de soluciones de asistencia y proyección social. En períodos recientes esta importante función ha estado relegada debilitándose y distorsionándose la función de asistencia social de la UES a sectores vulnerables de la sociedad.

Las gestiones recientes todavía mantienen como el área menos fortalecida de las tres funciones de la UES a la investigación científica y tecnológica, probablemente, porque el todavía débil presupuesto de investigación se distorsiona en institutos centralizados, con sesgos disciplinarios hacia las ciencias naturales y el financiamiento de investigaciones con pertinencia, importancia relativa y aplicación discutible y para colmo sin programas sostenidos de difusión democrática de los resultados de las investigaciones. De esta manera en el mediano y largo plazo, la investigación científica en lugar de contribuir a la solución de problemas determinantes, se convierte ella en un problema.

La investigación científica requiere de cualidades especiales en el mundo académico. Además de la vocación para persistir en la búsqueda de la verdad científica, se demanda formación teórica y metodológica sólida, información amplia y capacidad para procesarla y profundizar en ella.

La investigación es una actividad especializada, por varios motivos:

a) tiene especificidad con relación a la docencia, en donde dominan las capacidades pedagógicas y didácticas. La investigación para la enseñanza tiene la finalidad de la transmisión clara del conocimiento y no el descubrimiento de nuevas leyes y categorías de los fenómenos,

b) la investigación científica tiene especificidad con relación a la proyección social, en donde, predomina el estudio de los fenómenos con la finalidad la resolución o el aporte a la resolución de problemas y necesidades concretas de comunidades o instituciones y no la búsqueda de la verdad científica, la explicación causal trascendente, en términos de teoría del conocimiento, de los fenómenos

c) cada ciencia, tiene su propia dimensión teórica y metodológica, y aporta al conocimiento de leyes, categorías, transformación y predicción de fenómenos, desde un punto de vista específico, que tiene dinámica propia conforme la realidad concreta que estudia sistemáticamente.

En la UES, se necesita transformar el extendido criterio de que la investigación científica solamente es concreta si va ligada a la docencia y la proyección social; puede decirse que todavía no se concibe como una actividad en sí.

Una cosa es hacer investigación para la docencia y para la proyección social, en donde las finalidades, son la de clarificar los problemas para exponerlos de mejor manera o para determinar necesidades de corto plazo. Y otra es la investigación científica en donde el propósito, es el descubrimiento trascendente de la verdad, o la generación de normas e instrumentos para realizar actividades de transformación social o tecnológicas trascendentes, de largo plazo y que afectan a la sociedad en su conjunto.

Manteniendo y ampliando las funciones de docencia y proyección social, la UES, debe potencializar el desarrollo de la investigación científica y tecnológica, como una función especializada.

La UES cuenta con una considerable cantidad de profesores-investigadores de tiempo completo, que si bien están dispersos están motivados por vocación, formación e información personal y realizan investigaciones en su campo. Se deben seleccionar en base a sus méritos y curriculum y con estos investigadores, hombres y mujeres desde luego, se deben crear institutos de investigación en cada Facultad.
Las investigaciones multidisciplinarias, deben partir de la especificidad de la ciencia, que busca otra disciplina, porque la necesita para explicar causalmente un fenómeno y no, como ha sucedido en muchos casos, de que se parte de una concepción de multidisciplinariedad burocrática y se "coordinan" especialidades. Entre otras deficiencias, el no partir de la ciencia específica para buscar la relación con otras ciencias obstruye en la construcción científica la relación causa-efecto y se tienen enfoques superficiales y parciales teñidos de una aparente enfoque global, integral o total, "multidisciplinario".

Al investigador, hay que medirlo con otros patrones, diferentes de la docencia o la proyección social: creación teórica, aplicaciones de su ciencia, artículos o libros producidos, conferencias, aportes al esclarecimiento de problemas nacionales desde su disciplina. Y es necesario dotarlo de condiciones materiales propias para su trabajo: condiciones salariales para dedicarse de manera concentrada y con resultados a la investigación científica proporcionándoles recursos materiales, humanos y financieros, para la realización de investigaciones documentales y de campo.

Consideramos que para lograr impulsar la investigación científica en la UES, cada Facultad debe manejar su propio presupuesto de investigación, crear su centro de documentación especializada y crear, conforme la especificidad de la Ciencia en la que forma profesionales, su propio Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas. Esta función debe, como corresponde, ser supervisada por el Consejo Superior Universitario.
'

jueves, 31 de julio de 2008

Sobre el cambio del modelo económico neoliberal

En:

http://www.ues.edu.sv/eluniversitario/eluniversitario4.pdf

Ante crisis alimentaria:
Proponen "cambio de modelo económico"

Por: Ana María Campos

La necesidad de impulsar un cambio de modelo económico que priorice a las personas sobre el capital, fue propuesto por docentes investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas durante una conferencia de prensa sobre la crisis alimentaria mundial. La conferencia fue organizada a finales de abril, por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de El Salvador, ante la crisis de alimentos que se prevé se prologará en los próximos años.

Los licenciados Carlos Evaristo Hernández, Jesús Evelio Ruano y el Doctor Raúl Moreno analizaron las causas de la crisis alimentaria y las formas para hacerle frente. Dentro de las medidas, los académicos señalan la necesidad de una mayor intervención del Estado en la regulación de los precios, así como la evidente necesidad de impulsar un cambio del modelo económico, de lo contrario señalan la posibilidad de enfrentar un estallido social.

"Es necesario un cambio radical del modelo neoliberal, de no hacerse habrán niveles de violencia social", dijo el Licenciado Carlos Evaristo Hernández, docente de la Facultad de Ciencias Económicas.

Los economistas destacaron que en el caso salvadoreño las condiciones actuales de vida de la población se han deteriorado en los últimos años y que los precios sobre el aumento de la canasta básica presentados por el gobierno están alejados de la realidad. De acuerdo con la Dirección General de Estadística y Censo, el costo mensual de la canasta básica es 159.77 dólares, cifra que es desestimada por los investigadores de la Universidad de El Salvador.

Los académicos aseguran que el costo de la canasta básica de alimentos es mayor a 400 dólares, mientras que la canasta de mercado es de 740.50 dólares. Entre los alimentos de la canasta básica, según la Digestyc, se encuentran: pan francés, tortillas, arroz, frijoles, carnes, grasas, huevos, leche fluida, frutas, verduras y azúcar; mientras que la canasta de mercado incluye un número 244, entre alimentos, bienes y servicios, considerados necesarios para que una familia promedio pueda subsistir en el país.

Desajuste entre salarios y precios

Por su parte, el Doctor Raúl Moreno, quien abordó la relación que existe entre el salario mínimo y la canasta básica, asegura que los trabajadores rurales y de la maquila son los más golpeados con el aumento de precios debido a los bajos salarios que reciben. Actualmente el salario mínimo rural promedio es de 85 dólares, el de la maquila 162 dólares y el de servicios 183 dólares.
Raúl Moreno reflexiona que para lograr que el salario mínimo vigente cubra el costo de la canasta de mercado se necesitaría aumentar en un 357% el salario en la maquila y en un 763%. En el sector rural.

"Sobre el tema de los salarios consideramos que los mecanismos del gobierno de la república a través del Consejo Nacional de Salario Mínimo no responden a los intereses de la clase trabajadora, sino que están definidos por una lógica mercantilista de maximización de ganancias. La clase trabajadora continúa cargando los costes de los altos márgenes de ganancia de los sectores empresariales y el encarecimiento desmedido de los precios", afirmó. Para este año el gobierno ha anunciado un aumento del 5 % del salario mínimo al sector comercio y un 3% para la maquila. Esto representaría un aumento de nueve y cuatro dólares respectivamente.

Raúl Moreno analizó las medidas anunciadas por el Presidente para hacerle frente a la crisis, el pasado 28 de abril, las cuales consideró "un poco más de lo mismo" y un reflejo de la necesidad de impulsar cambios en el modelo económico. Calificó los programas Red Solidaria y Alianza por la Familia como medidas orientadas al consumo y no a la producción.

"La situación actual del país es una muestra contundente de una crisis sistémica, orgánica del modelo neoliberal, a partir de la cual es necesario que el Estado retome sus funciones clásicas y básicas", resaltó.

Causas de la crisis

Según el Licenciado Jesús Evelio Ruano, Director de la Escuela de Economía, los precios mundiales de los alimentos han incrementado debido a una combinación de factores entre éstos: el aumento de los hidrocarburos, el proceso de desgravación arancelaria, una menor producción debido al cambio climático, reservas de alimentos insuficientes, aumento de la demanda de alimentos y la utilización de cereales para la producción de biocombustibles, entre otros.
Además debe agregarse una mayor demanda para la producción de biocombustibles y el incremento del coste de la energía y el transporte, que a su vez han elevado el precio de los insumos.

Como resultado de esta situación, los precios de los alimentos han aumentado en un 45% en los últimos nueve meses y se ha registrado una escasez de arroz, trigo y maíz, mencionó.

Propuestas para El Salvador

Recuperar la producción agropecuaria, con políticas sectoriales que protejan la producción nacional.
Priorizar la producción agrícola local destinada a la población, sobre la exportación.
Impulsar un desarrollo agrícola sustentable.
Revisar el Tratado de Libre Comercio y proteger la producción y consumo nacional.
Impulsar una política salarial integral que incluya una revisión anual de los salarios.
Desarrollar programas sectoriales de apoyo a la micro y mediana empresa (incentivos fiscales, apoyo tecnológico).
Impulsar una política de regulación de precios (artículos de la canasta básica alimentaria, derivados del petróleo y tarifas de servicios públicos).
Impulsar una política que lleve a la regulación de monopolios.

miércoles, 2 de julio de 2008

30 de julio de 1975, reminiscencia

*
CLIC SOBRE LAS FOTOGRAFÍAS PARA AMPLIARLAS. Se presentan las fotografías tomadas de este periódico porque al momento son las únicas referencias visuales que hemos podido obtener.
*

Notas para un testimonio: Ciudad Universitaria, San Salvador, 30 de julio de 1975

1. Generalidades sobre El Salvador y el movimiento de masas

2. Aproximaciones a la Universidad de El Salvador y la lucha social

3. La masacre de estudiantes del 30 de julio de 1975: un testimonio

1. Generalidades sobre El Salvador y el movimiento de masas

El Salvador es el país más pequeño, territorialmente hablando, de América Latina; uno de los más densamente poblados a principios del siglo XXI. Sus 21 mil kilómetros cuadrados abrigan a 6 millones y medio de habitantes. Más de 300 habitantes por kilómetro cuadrado.

El Salvador, ubicado en América Central y conservando sus tradicionales características de reducido territorio, alta densidad de población y alta concentración de la riqueza, saltó a las noticias mundiales en la década del 80 del siglo XX, cuando se generalizó la guerra civil. Fue todo un caso de estudio y una experiencia muy singular. ¿Cómo pudo surgir y desarrollarse un movimiento guerrillero en un país densamente poblado, sin montañas?. Era explicable la permanencia de la guerrilla más vieja de América Latina porque Colombia tiene tierras vírgenes en donde El Salvador cabe varias veces. Y en la única revolución triunfante y socialista del hemisferio occidental y que permanece hasta la fecha en América Latina y el Caribe, la de Cuba, el papel de “la montaña” para la victoria de la guerrilla fue crucial: en la Sierra Maestra se inició, potencializó y consolidó el movimiento guerrillero que después tomó las ciudades. La Revolución Sandinista, que triunfó en América Central derrocando la dictadura de Anastasio Somoza, tuvo su cuerpo guerrillero protegido en inmensas extensiones de inhóspita selva.

De manera que en El Salvador la extensión territorial reducida y alta densidad de población determinaron el surgimiento de un movimiento guerrillero con alto contenido urbano y suburbano, conectado en lo rural con grandes segmentos del movimiento campesino. No se quiere decir que “la montaña” no tuvo un papel importante en el transcurso de la guerra en El Salvador, lo que se quiere señalar es que “los cerros”, como se dice en El Salvador, no tuvieron la misma función de inaccesibilidad y cobertura que tuvieron en otras experiencias guerrilleras. En El Salvador no se podía ni siquiera pensar en un movimiento guerrillero que no estuviera fundido con la masa desde sus inicios. Y fue inusitado el crecimiento del movimiento guerrillero en un país pequeño en donde el Ejército podía llegar a cualquier punto geográfico en cuestión de un par de horas.

En El Salvador se sustituyó la selva por la masa soaial. La masa, el conjunto de habitantes empobrecidos en el campo y la ciudad se convirtieron en el refugio, el alimento, los ojos y oídos, el cuerpo social del cerebro revolucionario, el bosque y los árboles en que se desenvolvía la guerrilla. Por eso la experiencia del movimiento de masas en El Salvador es muy particular: es un movimiento de masas fundido con el movimiento insurgente de una manera muy estrecha; y esto es determinante para un movimiento guerrillero, tanto, que algunos analistas señalan que fue el vacío de apoyo social lo que hizo que la experiencia del Ché Guevara en Bolivia no fuera victoriosa.

En El Salvador de la década del 80 prácticamente se libraba un combate social mortal cuerpo a cuerpo todos los días. Una masa de civiles desarmados o armados con grandes desventajas que adquiría firmeza en la confrontación por la estructura ósea de la guerrilla. La masa civil convivía y luchaba con experimentados y crueles organismos militares y paramilitares entrenados y especializados en la represión durante más de medio siglo con la asistencia de la potencia más grande del planeta. En El Salvador de la década del 70 existía toda una organización nacional fogueada en la represión militar durante más de cinco décadas de “moderna” dictadura militar: Ejército, Guardia Nacional, Policía Nacional, Policía de Hacienda y organizaciones paramilitares legales como la Organización Democrática Nacionalista, ORDEN o ilegales como la Mano Blanca o los fatídicos Escuadrones de la Muerte. A este aparato militar y para militar le hacían frente cinco organizaciones guerrilleras que posteriormente se fundieron organizando el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN. El nombre del “Frente” está inspirado en Farabundo Martí líder movimiento revolucionario fusilado después de la derrota de la insurrección de 1932 en El Salvador. Farabundo Martí fue estudiante de Derecho en la Universidad de El Salvador y también Secretario de Augusto César Sandino, el líder revolucionario de Nicaragua.

La desproporción de la lucha militar en El Salvador de las décadas del 70 y del 80 del siglo XX era obvia: un cuerpo militar oficial de cerca de 30 mil efectivos aproximadamente, aparte de los paramilitares contra organizaciones guerrilleras que en el mejor de los casos tenían unos 3 mil militantes. Pero estas organizaciones guerrilleras se pudieron desarrollar gracias a su vínculo con la masa social. El movimiento de masas y el movimiento guerrillero no eran lo mismo pero estaban relacionados en el proceso de oposición al régimen, diferenciadas pero complementadas la lucha militar guerrillera y la lucha civil de masas. Y al interior las organizaciones de masas se ramificaban por sectores sociales: los estudiantes de secundaria, los estudiantes universitarios, los campesinos, los obreros, el magisterio, los profesores universitarios, las cooperativas y otros. Estas organizaciones de masas incidían individual o asociadamente en la conducción de los procesos de lucha social: desde huelgas y reclamos legales hasta demostraciones, manifestaciones y violencia de calle. La energía social de estos movimientos de masas, tenía como combustible la injusticia en la distribución de la riqueza, eran sectores empobrecidos o en proceso de empobrecimiento.

Hay que recordar que El Salvador ha sido un país en donde tradicionalmente ha existido una de las más altas concentraciones del ingreso en América Latina, ya reconocida por la gravedad de la disparidad social. En El Salvador, el Censo de Población de 1930, por ejemplo, recopilaba el sorprendente dato de la concentración de medios de producción: el 8% del millón y medio de habitantes de la época era propietario de medios de producción y el 92% de la población pertenecía a la clase de los deposeídos de medios de producción. Fue el único censo, que registró esta división de acuerdo a la posesión de medios de producción. Esta situación de polarización social se ha conservado en El Salvador; para la década del 80, se había agudizado, pasando de las luchas por reivindicaciones puramente económicas y sociales a la desobediencia civil y posteriormente a la lucha militar con el surgimiento sistemático de la guerrilla a principios de la década del 70. La guerrilla se transformó de grupos guerrilleros dispersos en agrupaciones político-militares que tuvieron capacidad de sostener una guerra civil generalizada en la década del 80. Era resultante de la lucha social y política que originó el proceso de industrialización de la década del 60 y del 70: más obreros empobrecidos, más campesinos sin tierra, más profesionales con bajos salarios, más empresarios marginados y quebrados por las grandes empresas y concentración de tierras que pertenecen a las periodísticamente acuñadas 14 familias.

La masacre de estudiantes universitarios el 30 de julio de 1975 en El Salvador es uno de los episodios destacados de la lucha del movimiento de masas.


2. La Universidad de El Salvador y la lucha social

El amanecer del 30 de julio de 1975 en El Salvador fue socialmente tenso. Parecía que todo ciudadano respiraba un aire pesado, con olor a muerte y a futuro. La sociedad estaba informada por los medios de comunicación de masas (radio, prensa, televisión) y por la experiencia de la represión pasada y presente de una dictadura militar que tenía casi medio siglo, que algo grave ocurriría en la Universidad de El Salvador.

Desde el sofocamiento de la insurrección de campesinos, indígenas y proletarios del campo y la ciudad en 1932 que contabilizó cerca de 30 mil muertos, el país había vivido siempre bajo una dictadura militar, que abiertamente ejercía por turnos de graduados en la Escuela Militar y por golpes de Estado, la alternancia en el poder gubernamental. Cerradas las vías de la expresión democrática, la sociedad en su conjunto encontraba en la única Universidad del país una forma de respirar aires de democracia, inmersa en el asfixiante mundo represivo.

La Universidad de El Salvador acogía el pensamiento y la práctica democrática, en contra de la dictadura y era una Institución que tenía toda una tradición de lucha. Fundada en 1847, la primera reforma de la Universidad fue realizada en contra del clero tradicional por el prócer nacional Capitán General Gerardo Barrios quien introdujo el laicismo en la enseñanza; desde entonces la Universidad de El Salvador ha tenido una convulsa evolución en la que institucionalmente han predominado posiciones liberales y de izquierda, pese a cortos períodos de dominio conservador y de derecha. En el seno de la Universidad se gestaron las luchas contra el incremento de pasajes en tranvías y se formaron académicamente líderes de la insurrección del 32, como Martí, Luna y Zapata hasta líderes del movimiento guerrillero que se desarrolló a principios de la década del 70, como los estudiantes de Economía Felipe Peña Mendoza y de Sociología Rafael Arce Zablah.

La Universidad de El Salvador había sido una especie de “conciencia crítica” de sucesivos gobiernos dictatoriales militares y sus estudiantes principalmente, participaban de muchas formas en la crítica del “status quo”: los estudiantes hacían “desfiles bufos” en los que se ridiculizaban a los gobernantes de turno y que eran una especie de “fiestas populares”; participaban en el apoyo jurídico y solidario en huelgas y demostraciones en contra del Gobierno.

En la UES, se respetaba y se acogía a la “gente de izquierda”, a marxistas y progresistas y a los pobres que deambulaban en su campus buscando protección política, económica y jurídica. Naturalmente, como Institución del Estado la Universidad acogía a todas las corrientes de pensamiento y acción pero en su seno ha predominado el pensamiento de izquierda. Por su inclinación hacia corrientes de pensamiento social progresista la UES ya había sufrido una intervención militar en 1972; entre los pasajes oscuros o mejor dicho claros de lo que significa una intervención militar en una Universidad, hay que recordar que se ocasionó una especie de “reparto del botín de guerra” que constituyó un abierto saqueo sistemático de los equipos e instalaciones, se vendían incluso en los alrededores de la misma Universidad, libros, máquinas de escribir, equipos de laboratorios, vidrios y ventanas. Como parte de la intervención militar en 1972, fueron capturados y enviados al exilio en la Nicaragua del dictador Anastasio Somoza las autoridades progresistas de la Universidad encabezadas por su Rector, el economista Rafael Menjívar, posteriormente fueron acogidos por la fraternal Costa Rica. Después de la intervención militar del campus de la Universidad en 1972, se inició una nueva etapa de persecución por parte de la dictadura contra dirigentes políticos, entre los que se contaban profesores universitarios, además de estudiantes. Cuando el campus militarizado fue abierto nuevamente, se encomendó la dirección a profesionales adeptos a la dictadura militar agrupados en el llamado Consejo de Administración Provisional de la Universidad de El Salvador, CAPUES.

La intervención militar de la UES se interpretó por vastos sectores de la población como un agravio al honor nacional. Se radicalizó el accionar estudiantil en contra del aparato interventor. La furia estudiantil no era sino una de las manifestaciones de la furia social. El movimiento campesino, de maestros, los obreros y sus sindicatos, radicalizaba sus formas de lucha debido a la agobiante situación de pobreza en que culminaron años de exclusión social impulsados al calor de la industrialización de la década del 60. Era una “ola roja” creciente, devastadora, del movimiento popular, y en ella se encontraba inmerso el movimiento estudiantil universitario.


3. La masacre de estudiantes universitarios: un testimonio

Días antes del 30 de julio de 1975, el Gobierno y especialmente el Ministerio de Defensa habían estado advirtiendo por la prensa radial, escrita y televisada del país, que la anunciada marcha de estudiantes universitarios programada para ése día no debería realizarse y que “actuarían con todo el peso de la ley en contra de toda alteración del orden público”. Esto se decía siempre que se anunciaba una represión usualmente sangrienta…pero el 30 de julio esas palabras sonaban especialmente fatídicas, probablemente porque era evidente el grado de confrontación masiva que se avecinaba.

Un helicóptero militar sobrevolaba el campus de la UES. Abajo, los preparativos para la marcha eran febriles. Entrando la tarde se inició la convocatoria por medio de los parlantes instalados en las azoteas de algunos de los principales edificios del campus, por los megáfonos que portaban los encargados de la agitación e invitaciones a gritos a formar las filas de la marcha. Mantas y pancartas aparecieron. Dos filas de uno en fondo bordeando las aceras y en el centro de la calle decenas de mantas y pancartas colgadas de centenares de manos, denunciando los atropellos y represiones de la dictadura militar. Distribución de volantes, como quien suelta millares de palomas mensajeras de un solo golpe. Gradualmente, muchos estudiantes con un nudo en la garganta, un vacío en el estómago y un rostro de piedra que reflejaba indignación se fueron incorporando a la marcha. A los ojos de los tripulantes del helicóptero debimos parecernos a una concentración de las hormigas llamadas “marabuntas”, solamente que en la selva salvadoreña, plagada de gorilas. Se notaba que la gran mayoría de la gente que participaba “sacaba fuerzas de flaqueza”, éramos civiles contra militares y los militares ya habían anunciado que usarían su armamento para impedir la marcha estudiantil. No se les pagaba por participar a los manifestantes, el pago podría ser la muerte, una apaleada, la comidilla intensa que invade ojos, oídos, nariz y garganta al aspirar el gas lacrimógeno o por lo menos la angustia eterna de quedar fichado por algún “oreja” o soplón infiltrado que remitiría la información a los fatídicos “escuadrones de la muerte”.

La pureza juvenil tenía uno de sus mejores momentos de expresión como fuerza física, succionando fuerzas de los más puros y nobles sentimientos de justicia de la masa universitaria que se manifestaba en contra del gobierno. Creo que todos sentíamos que nos integrábamos a una marcha de protesta, con la muerte caminando y gritando a nuestro lado. Nadie esperaba premios ni estatuas por ello; el mejor premio era la confianza en que cada familia y amigos comprenderían los justos motivos del sufrimiento que ocasionaría la pérdida de un ser estimado y amado. En ese momento toda la educación familiar y moral de cada manifestante se materializaba: cada manifestante sentía que paso en la marcha era una reafirmación de altos valores de respeto al trabajo, honestidad y justicia y la entereza moral para defenderlos y difundirlos. Seguramente estos fueron los últimos pensamientos que tuvieron los compañeros y compañeras que dolorosamente murieron o “desaparecieron” durante la represión que conllevó la marcha. Ahora comprendemos como es que se muere sin morir, pues las fecundas vidas que fueron segadas el 30 de julio de 1975 verdaderamente se reencarnaron en la vida la Universidad de El Salvador y en el proceso democrático del país.

A los gritos colectivos de “únete” muchos estudiantes, profesores y gente que observaba la marcha se fueron incorporando. Al pasar por el edificio de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales, vi a un conocido político de izquierda ahora en la palestra nacional, solamente observándonos. No sé si él se incorporó después, pero en ése momento sentí una consecuente superioridad y la actitud de observador de él me dió más fuerzas para seguir en la marcha.

La tensa algarabía de la marcha, gritando consignas y canciones de crítica al Gobierno, hacía menos pesado el atardecer. Se nos parecía a un festejo por la consecuencia con que la Universidad de El Salvador, ha defendido, defiende y defenderá la justicia y la democracia. La tensión aumentaba en la misma proporción en que nos alejábamos de la ciudad universitaria, nuestro refugio moral, intelectual y material. La sección de la marcha en que yo iba, ya había recorrido un considerable trecho desde el campus de la Universidad, saliendo por la “entrada de Derecho” y bordeando la Escuela España, y luego doblando sobre la 25 Avenida Norte, hasta cerca de la Fuente Luminosa.

El río humano, comenzó a estancarse. Corrientes de personas integradas a la marcha, empezaron a seguir la dirección opuesta, un signo inequívoco del peligro de la represión militar en los tramos siguientes de la ruta. Muchos decidimos continuar el rumbo de la marcha. Probablemente sentíamos que una coraza de nuestra resuelta lucha por la dignidad, nos protegía de las fricciones entre personas que se quedaban observando y otras que iniciaban un pausado o presuroso retiro. Nos fuimos acercando hasta llegar a la altura de la entrada del Externado de San José, el distinguido colegio de Jesuitas en donde recibió educación por un tiempo, el poeta nacional Roque Dalton.

Yo pude divisar, desde ahí, un manto verde de uniformes militares, tendido una media cuadra enfrente del Hospital Rosales. No distinguí a esa distancia si eran soldados o Guardias Nacionales. El temor civil era especialmente punzante cuando se trataba de Guardias Nacionales. La Guardia Nacional era un cuerpo selecto de represión fogueado en el “mantenimiento del orden en el campo”, adquirió un gran desarrollo después de la represión de 1932. Autoritarios y arbitrarios...la gente decía con humor negro que los guardias nacionales mataban primero y después preguntaban, expertos en golpes y tiros, iniciaban capturas hasta por malas miradas y dudaban de todo ciudadano; a falta de “esposas” ataban los dedos pulgares de los campesinos y civiles detenidos con “cordeles” o pitas hasta que los dedos se pusieran morados. La Guardia Nacional era más temida que el mismo Ejército, pues estaban físicamente y moralmente preparados y seleccionados para reprimir de la manera más cruel e insensible. Este cuerpo de represión desapareció con los Acuerdos de Paz firmados en 1992.

Al observar el tapón verde bloqueando la ruta anunciada de la marcha estudiantil la masa manifestante frenó. En la punta la marcha comenzó a convertirse en un gran racimo de gente, que se desgajaba poco a poco y buscaba otras salidas. Y un grupo desvió la ruta, en el llamado “paso a dos niveles” enfrente del edificio del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, ISSS. Pero fue ineludible el choque pues los militares también bloquearon la ruta alternativa que siguió la marcha.

Mantengámonos unidos” gritaba un profesor universitario en la bifurcación del paso a dos niveles, agitando las manos para animar a los indecisos a unirse con el grupo que iba a la cabeza de la marcha y que se encontraba aislado enfrente de los soldados. “No dejemos solos a los compañeros que van adelante”, “no dejemos que nos separen”, agregaba el profesor. Me pareció consecuente el llamado de mantenernos unidos y no dejar que aislaran a la cabeza de la marcha y me desprendí con un grupo, corriendo por la bifurcación del paso a dos niveles y gritando a todo pulmón junto a mis compañeros y compañeras, “U…U…U…U…”, hasta acercarnos al grupo que encabezaba la movilización.

Nos habían cercado. Los soldados habían cerrado la calle, sin ceder, por donde debería continuar alternativamente la movilización y los soldados que estaban enfrente del Hospital Rosales se dirigieron hacia el inicio de la bifurcación del paso a dos niveles. El profesor y yo nos contábamos entre los manifestantes que quedamos enfrente de los soldados, atrapados. Los rostros de piedra de los soldados eran expresión de su disciplina militar, de la humillante dureza con que toda dictadura militar educa en el “arte” de la represión. En los soldados se reflejaba una determinación brutal para repelernos a toda costa. No sabíamos en qué momento usarían sus fusiles...conforme gritábamos la tensión entre ellos y nosotros aumentaba. Aquellos segundos y minutos nos parecen suspendidos en el tiempo.

Estallaron disparos y un coctel molotov. Y se armó la de Troya. Los fusiles en manos de los soldados, que ya tenían un ángulo de menos de 45 grados dirigidos contra nosotros, empezaron con disparos al aire, pero a cada impacto, los soldados bajaban más el punto de mira de los fusiles, hasta apuntar y disparar directamente en contra de los manifestantes. “Nos están disparando” le comenté a mi amigo profesor. “No se preocupe que son balas de salva”, me respondió. “No son de salva” le refuté. Me pareció que el sonido de las balas de plomo, era diferente...más sólido y “seco”.

Enmedio de un intenso traqueteo y humazón, se divisiban como sombras del futuro estudiantes que corrían y caían. El tiroteo se iniciaba a unos tres metros, enfrente de nosotros, dimos la vuelta y yo salí corriendo en sentido contrario a donde provenían los disparos. “No corra que es peor”, me dijo el profesor. Como impactado por un rayo clavé mis plantas en el pavimento y pensando en lo peor, una ráfaga por la espalda, me sentí muy sereno, una amalgama de tranquilo y temerario, como ya lo he experimentado en otros momentos cruciales, tensos y decisivos de la vida. Parcimoniosamente viré mi cabeza hacia la izquierda. Parapetado en un poste de la esquina, divisé a un soldado que me apuntaba con su fusil…a punto de dispararme, creo. Por un instante no escuche la “tronazón” ni olfateé la humazón. Solo tenía oídos y nariz para el silencio y el olor a muerte. A pesar de la distancia y el caos, pausadamente le busqué la mirada del soldado, con una mirada seria, de reclamo, miré a la distancia sus ojos y su rostro. Nos separaban unos siete u ocho metros. Me le quedé viendo fijamente. No recuerdo que la mirada mía, estuviera inspirada en el temor, sino en la seguridad personal, exigiéndole simplemente que no me matara, con mi rostro adusto. Hay una especie de seguridad personal que se fundamenta en valores de justicia social y que le imprimen a las personas una serenidad, energía, seguridad y hasta cortesía y “don de mando”, en los momentos cruciales. El rostro del soldado, de tez blanca (por lo que se me antojó que era oriundo de Chalatenango, departamento bello y heroico, con una población que acusa el predominio español en el mestizaje) de golpe se puso rojo, como un fósforo y de golpe, también se encendió de pálidez, se puso blanco como un papel. Cuando lo vi pálido, me sentí confortado, imaginé que había calado por un momento infinito en su conciencia y que comprendía que lo que hacía no era justo, que no debía matarme. Me parecía una consecuencia lógica de la superioridad con que se siente una persona encarnando los valores de justicia. Y gradualmente, como un ser de metal, robotizado, pero sintiéndome con el alma de un ser humano supremo, un gran señor, reprimido pero con mucha dignidad, volteé mi cabeza y empecé a caminar pausadamente, a la par del profesor. Recordé las aflicciones de mi infancia cuando sentía “dormida” la cadera de la pierna derecha como presagio a las inyecciones prescritas en el tratamiento médico. Solo que esta vez esperaba ser cosido a balazos por la espalda.

Parece que a todos nos ocurre que no recordamos con tanto detalle actividades que ha desarrollado por días y por meses, como guardamos en la memoria detalles de los momentos decisivos de la vida. La pausada atravesada de una calle, el 30 de julio de 1975, la recuerdo con más detalle, por ejemplo, que un par de tensas caminatas que hice en el Volcán de San Salvador. En esa pausada caminata, que debe haber durado unos dos o tres minutos, recuerdo haber visto a quien posteriormente sería la Comandante Nidia Díaz, como protegiéndose de gases lacrimógenos, cerca de una pared. Y a otro compañero, que se me acercó, con un rostro, mezcla de incredulidad y terror, gritándome…”Nos están matando”. Quizás el compañero esperaba que yo hiciera algo, pensé…mi impotencia y estupefacción ante lo que estaba sucediendo, solamente me produjo una mueca. Y recuerdo otros compañeros que saltaban por el techo de un edificio, enfrente de nosotros. Ya ni me acordaba del soldado que me apuntaba, porque la miríada de mortales, intensos, estruendosos y humeantes sucesos desviaban a cada segundo la atención de todos.

Calle de por medio desde donde se parapetaba el soldado que me apuntó, había una casa convertida en un comercio en donde se vendía instrumental odontológico; en las escaleras de una especie de sótano de esta casa, sumido a medio cuerpo estaba un compañero a quien yo le había solicitado que se incorporara a la marcha. Este compañero era también un profesor de secundaria en un centro de enseñanza de una zona obrera, en donde yo también daba clases. El profesor de la Facultad de Economía y yo nos acercamos hacia él. “Tengo esquirlas en una pata”, nos dijo. “No puedo caminar”, agregó. “Esperate” le dijimos. Y el profesor y yo le hicimos una improvisada silla con nuestros brazos y lo sacamos “chineado” por la cuadra no cercada militarmente, que termina en la esquina nororiente del Hospital de Maternidad. Al llegar a la esquina, un ciudadano visiblemente indignado y solidario, a bordo de un microbús que tenía “logos” de una reconocida empresa nos dijo con tono de indignación: “los han reprimido…¿verdad?”. “Sí hombre”, le contestamos. “Déjenlo conmigo, yo lo llevo al Hospital”, solicitó. Así introducimos al compañero baleado en el microbús. Días después encontré al compañero, recuperado, y pensé que alguno de nosotros debió acompañarlo para asegurarse del ingreso al Hospital. “Vamos a ver si hay otros compañeros que necesitan ayuda”, me dijo el profesor, después de dejar a mi compañero en el microbús. Yo me sentía agotado y preocupado…como si mi vida hubiera estado en un hilo. Pero pensé que el profesor tenía razón, que probablemente otros compañeros necesitaban de nuestra ayuda y caminamos, en torno a la manzana del Instituto Central de Señoritas y regresamos a la esquina, en donde estuvo apuntándome el soldado. Ya no estaba el cerco militar.

En la calle se observaban charcos de sangre, zapatos desperdigados; en los alrededores, gente estupefacta con mirada de indignación y dolor. Un camión del Ejército corrió sobre la calle que hacía unos minutos estaba bloqueada militarmente. El camión militar iba con el toldo descubierto en la parte trasera, raudo en dirección oriente enfrente del edificio del Seguro Social ante la mirada de decenas de personas. El toldo descubierto permitía ver el terrible “cargamento”: eran estudiantes “sentados” a las orillas de la cama del camión, con la cabeza caída, tambaleándose, muchos de ellos seguramente habían encontrado la muerte durante la reprimida manifestación o la encontrarían después en las instalaciones militares. Hurgando con ansias dirigí mi vista hacia el interior del camión para tratar de reconocer a alguien, alcancé a divisar la motocicleta de Jaime Baires, amigo mío, un profesor graduado en Francia y que en esa oportunidad afortunadamente, abandonó la motocicleta en la confusión del tiroteo. Unos años después, Jaime Baires aparecería asesinado, bañado con ácido, según reportaron.

Zapatos tirados, charcos de sangre, eran los mudos testigos del dolor y del terror, de la muerte…de la pureza en los ideales, en la entrega social, del coraje y de la determinación de un movimiento estudiantil. Esa tarde y en la noche no se porqué motivos no dejaban de retumbarme en la cabeza las notas de la Novena Sinfonía de Beethoven que aprendí a escucharla atentamente a instancias de mi padre, quien me explicaba destacando el profundo valor humano de la composición. Sentía que la escuchaba en el mas allá, en el futuro.

Murieron muchos compañeros; aunque no existe una cifra oficial, se asegura que fueron cerca de 50 los que murieron o desaparecieron. Entre los muertos, el Gobierno solamente reconoció al estudiante Roberto Miranda; era un compañero muy interesado en la investigación científica, lo conocí personalmente porque solicitaba mi asesoría para investigaciones sobre el movimiento campesino. Después me enteré que también era poeta al publicarse algunos de sus poemas en un periódico de la Universidad. El velorio de Roberto Miranda, se realizó en Soyapango, una zona de creciente industrialización considerada por ésa época como “el corazón industrial de Centroamérica”. Como un modesto recuerdo por su ejemplo, le dediqué a Roberto Miranda, mi primer trabajo de investigación publicado en la Revista Economía Salvadoreña.


Los sucesos del 30 de julio de 1975 deben recordarse siempre como una de las grandes batallas por la libertad y la democracia en El Salvador. Fué una de las tantas grandes contribuciones de la UES al proceso de construcción de una nueva sociedad democrática en El Salvador. El Ministro de Defensa era el Coronel Carlos Humberto Romero, posteriormente derrocado en 1979, siendo Presidente.

Ha pasado más de un cuarto de siglo, hay dolores y esperanzas eternos y para recordar esta deuda con quienes nos permiten seguir soñando en un futuro mejor ahora la vía se llama “Hérores y Mártires del 30 de Julio”.

También en:

http://www.monografias.com/

http://www.socio-literatura.blogspot.com/
*

Cita el 30 de Julio de 1975

"La masacre estudiantil del 30 de Julio de 1975 inaugura un escenario signado por la intensidad de los conflictos sociales.
Nacen el Bloque Popular Revolucionario (BPR), el Frente de Acción Popular Unificado (FAPU) y las Ligas Populares 28 de Febrero (LP-28), las tres más grandes organizaciones populares que convergerán, junto a grupos políticos de oposición electoralista, en el Frente Democrático Revolucionario (FDR), quien establecerá una plataforma política única denominada Programa del Gobierno Democrático Revolucionario.

Este período de grandes movilizaciones y luchas abiertas y públicas, culmina con el asesinato de Monseñor Oscar Arnulfo Romero y la matanza perpetrada durante su entierro, abriendo paso a una estrategia insurreccional a partir de la conformación del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) en 1980, que se extenderá hasta el inicio del proceso de pacificación en Enero de 1992."


En:

La guerra y la paz
El Salvador: de lo alternativo a lo alterativo

por Carlos Rodríguez Esperón para Prensa De Frente

11/04/2006
Publicado originalmente en revista Causas y Azares, n°1, Bs.As., primavera 1994, págs. 99-106. Con la colaboración de Sandra Crespi.

*

lunes, 23 de junio de 2008

Declaración Histórica


Importantísimo documento de palpitante actualidad, elaborado este mes de junio del 2008. Sus recomendaciones son claras, el problema es realizarlas pues se choca, como decia Marx, con las furias del interés privado endógeno y exógeno.

Destaca entre sus recomendaciones:

1. El derecho humano a la universalidad de la educación superior. En el mundo actual no se puede NO ADMITIR a estudiantes en instituciones del Estado, en cuanto a la educación superior. Es un problema a resolver no a limitar.

2. Lucha por la consecución, conservación y desarrollo de la Autonomía Universitaria.

3. Combate a la reglamentación mercantilista de la Educación Superior del Estado.

4. La Educación Superior es un factor del desarrollo económico y social imprescindible.

5. La necesidad de la transparencia administrativa. La rendición social de cuentas forma parte de la Autonomía Universitaria.

6. Lucha contra la privatización de la investigación científica.

A continuación el texto de la Declaración:

"DECLARACIÓN DE LA CONFERENCIA REGIONAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

La Educación Superior es un bien público social, un derecho humano y universal y un deber del Estado.

Ésta es la convicción y la base para el papel estratégico que debe jugar en los procesos de desarrollo sustentable de los países de la región.

En la Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES), celebrada del 4 al 6 de junio de 2008, en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia, bajo los auspicios del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC-UNESCO) y el Ministerio de Educación Nacional de Colombia, con la colaboración de los gobiernos de Brasil, España, México y la República Bolivariana de Venezuela, han participado presencialmente más de 3.500 integrantes de la comunidad académica regional –directivos, profesores, investigadores, estudiantes, funcionarios administrativos, representantes de gobiernos y de organismos nacionales, regionales e internacionales, de asociaciones y redes y otros interesados en Educación Superior.

La CRES 2008 también fue trasmitida por Internet en cuatro idiomas a todos los países de América Latina y el Caribe (ALC) y el mundo desde los portales de la CRES, de la UNESCO-Paris, del Ministerio de Educación Nacional de Colombia y del Ministerio de la Educación de Brasil, y otros medios como radio y televisión.
Esta Conferencia ha contribuido a identificar los principales planteamientos de América Latina y el Caribe ante la Conferencia Mundial de Educación Superior, prevista para el año 2009, así como las ideas-fuerza para la consolidación, expansión y creciente calidad y pertinencia de la Educación Superior en la región.

La CRES 2008 se realiza a 10 años de la Conferencia Mundial de Educación Superior (1998), a 12 años de la Conferencia Regional de la Habana (1996) y a los 90 años de la Reforma de Córdoba, cuyos principios constituyen hoy orientaciones fundamentales en materia de autonomía universitaria, cogobierno, acceso universal y compromiso con la sociedad.

El amplio proceso de preparación de este evento ha contado con la activa participación de las comunidades académicas de la región, incluidos los estudiantes a través de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE). Dicha participación se ha dado en múltiples foros y encuentros de carácter nacional, subregional y regional, cuyas conclusiones nutren el evento. Por otra parte, los estudios coordinados por IESALC han conducido a la elaboración de los documentos ampliamente divulgados que sirven de base para el debate en esta Conferencia.

El balance realizado visualiza, en términos prospectivos, los retos y las oportunidades que se plantean en la Educación Superior de la región, a la luz de la integración regional y de los cambios en el contexto global.

El objetivo es configurar un escenario que permita articular, de forma creativa y sustentable, políticas que refuercen el compromiso social de la Educación Superior, su calidad y pertinencia, y la autonomía de las instituciones.

Esas políticas deben apuntar al horizonte de una Educación Superior para todos y todas, teniendo como meta el logro de una mayor cobertura social con calidad, equidad y compromiso con nuestros pueblos; deben inducir el desarrollo de alternativas e innovaciones en las propuestas educativas, en la producción y transferencia de conocimientos y aprendizajes, así como promover el establecimiento y consolidación de alianzas estratégicas entre gobiernos, sector productivo, organizaciones de la sociedad civil e instituciones de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.
Deben también tomar en cuenta la riqueza de la historia, de las culturas, las literaturas y las artes del Caribe y favorecer la movilización de las competencias y de los valores universitarios de esta parte de nuestra región, para edificar una sociedad latinoamericana y caribeña diversa, fuerte, solidaria y perfectamente integrada.

La Conferencia Regional de Educación Superior 2008 hace un urgente y enfático llamado a los miembros de las comunidades educativas, particularmente a los encargados de la toma de decisiones políticas y estratégicas, a los responsables de los Ministerios de Educación, de Educación Superior, de Cultura y de Ciencia y Tecnología, a las organizaciones internacionales, a la propia UNESCO y a los actores y personas involucrados en las tareas educativas y universitarias, a considerar los planteamientos y las líneas de acción que se han derivado del debate sostenido en ella acerca de las prioridades que la Educación Superior debe asumir, sobre la base de una clara conciencia respecto de las posibilidades y aportes que ésta reviste para el desarrollo de la región.

Los desafíos y retos que debemos enfrentar son de tal magnitud que, de no ser atendidos con oportunidad y eficacia, ahondarán las diferencias, desigualdades y contradicciones que hoy impiden el crecimiento de América Latina y el Caribe con equidad, justicia, sustentabilidad y democracia para la mayoría de los países que la conforman.

Esta Conferencia Regional señala que, si bien se ha avanzado hacia una sociedad que busca cambios y referentes democráticos y sustentables, aún faltan transformaciones profundas en los ejes que dinamizarán el desarrollo de la región, entre los cuales, uno de los más importantes, es la educación y en particular la Educación Superior.

Por ello, convencidos del valor primordial de la Educación Superior en el forjamiento de un futuro mejor para nuestros pueblos, declaramos:

A - Contexto

1 - La construcción de una sociedad más próspera, justa y solidaria y con un modelo de desarrollo humano integral sustentable, debe ser asumida por todas las naciones del Mundo y por la sociedad global en su conjunto. En este sentido, las acciones para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio deben constituirse en una prioridad fundamental.

2 - Nuestra región es marcadamente pluricultural y multilingüe. La integración regional y el abordaje de los desafíos que enfrentan nuestros pueblos requieren enfoques propios que valoren nuestra diversidad humana y natural como nuestra principal riqueza.

3 - En un mundo donde el conocimiento, la ciencia y la tecnología juegan un papel de primer orden, el desarrollo y el fortalecimiento de la Educación Superior constituyen un elemento insustituible para el avance social, la generación de riqueza, el fortalecimiento de las identidades culturales, la cohesión social, la lucha contra la pobreza y el hambre, la prevención del cambio climático y la crisis energética, así como para la promoción de una cultura de paz.

B - La Educación Superior como derecho humano y bien público social

1 - La Educación Superior es un derecho humano y un bien público social. Los Estados tienen el deber fundamental de garantizar este derecho. Los Estados, las sociedades nacionales y las comunidades académicas deben ser quienes definan los principios básicos en los cuales se fundamenta la formación de los ciudadanos y ciudadanas, velando por que ella sea pertinente y de calidad.

2 - El carácter de bien público social de la Educación Superior se reafirma en la medida que el acceso a ella sea un derecho real de todos los ciudadanos y ciudadanas.

Las políticas educacionales nacionales constituyen la condición necesaria para favorecer el acceso a una Educación Superior de calidad, mediante estrategias y acciones consecuentes.

3 - Considerando la inmensa tarea de expandir la cobertura que se presenta para los países de América Latina y el Caribe, tanto el sector público como el privado están obligados a otorgar una Educación Superior con calidad y pertinencia, por lo que los gobiernos deben fortalecer los mecanismos de acreditación que garanticen la transparencia y la condición de servicio público.

4 - En América Latina y el Caribe, particularmente, se necesita una educación que contribuya eficazmente a la convivencia democrática, a la tolerancia y a promover un espíritu de solidaridad y de cooperación; que construya la identidad continental; que genere oportunidades para quienes hoy no las tienen y que contribuya, con la creación del conocimiento, a la trasformación social y productiva de nuestras sociedades. En un continente con países que vienen saliendo de la terrible crisis democrática que provocaron las dictaduras y que ostenta la penosa circunstancia de tener las mayores desigualdades sociales del Planeta, los recursos humanos y el conocimiento serán la principal riqueza de todas cuantas disponemos.

5 - Las respuestas de la Educación Superior a las demandas de la sociedad han de basarse en la capacidad reflexiva, rigurosa y crítica de la comunidad universitaria al definir sus finalidades y asumir sus compromisos.

Es ineludible la libertad académica para poder determinar sus prioridades y tomar sus decisiones según los valores públicos que fundamentan la ciencia y el bienestar social.

La autonomía es un derecho y una condición necesaria para el trabajo académico con libertad, y a su vez una enorme responsabilidad para cumplir su misión con calidad, pertinencia, eficiencia y transparencia de cara a los retos y desafíos de la sociedad.

Comprende asimismo la rendición social de cuentas.

La autonomía implica un compromiso social y ambos deben necesariamente ir de la mano.

La participación de las comunidades académicas en la gestión y, en especial, la participación de los estudiantes resultan indispensables.

6 - La Educación Superior como bien público social se enfrenta a corrientes que promueven su mercantilización y privatización, así como a la reducción del apoyo y financiamiento del Estado.

Es fundamental que se revierta ésta tendencia y que los gobiernos de América Latina y el Caribe garanticen el financiamiento adecuado de las instituciones de Educación Superior públicas y que estas respondan con una gestión transparente.

La educación no puede, de modo alguno, quedar regida por reglamentos e instituciones previstas para el comercio, ni por la lógica del mercado.

El desplazamiento de lo nacional y regional hacia lo global (bien público global) tiene como consecuencia el fortalecimiento de hegemonías que existen de hecho.

7 - La educación suministrada por proveedores transnacionales, exenta de control y orientación por parte de los Estados nacionales, favorece una educación descontextualizada en la cual los principios de pertinencia y equidad quedan desplazados.

Ello amplía la exclusión social, fomenta la desigualdad y consolida el subdesarrollo. Debemos promover en nuestros países las leyes y los mecanismos necesarios para regular la oferta académica, especialmente la trasnacional, en todos los aspectos claves de una Educación Superior de calidad.

8 - La incorporación de la Educación como un servicio comercial en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC) ha dado lugar a un rechazo generalizado por parte de muy diversas organizaciones relacionadas directamente con la Educación
Superior.

La referida incorporación constituye una fuerte amenaza para la construcción de una Educación Superior pertinente en los países que acepten los compromisos exigidos en el Acuerdo General de Comercio y Servicios, y ello supone graves daños para los propósitos humanistas de una educación integral y para la soberanía nacional.

Por ende, desde la CRES, advertimos a los Estados de América Latina y el Caribe sobre los peligros que implica aceptar los acuerdos de la OMC y luego estar obligados por estos, entre otros aspectos lesivos,

a orientar fondos públicos hacia emprendimientos privados extranjeros implantados en su territorio,

en cumplimiento del principio del "trato nacional" que en ellos se establece.

Asimismo afirmamos nuestro propósito de actuar para que la Educación en general y la Educación Superior en particular no sean consideradas como servicio comercial.

C - Cobertura y modelos educativos e institucionales

1 - Para asegurar un significativo crecimiento de la cobertura educacional requerida para las próximas décadas, se hace imprescindible que la Educación Superior genere las estructuras institucionales y las propuestas académicas que garanticen el derecho a ella y la formación del mayor número posible de personas competentes, destinadas a mejorar sustancialmente el soporte sociocultural, técnico, científico y artístico que requieren los países de la región.

2 - Dada la complejidad de las demandas de la sociedad hacia la Educación Superior, las instituciones deben crecer en diversidad, flexibilidad y articulación.

Ello es particularmente importante para garantizar el acceso y permanencia en condiciones equitativas y con calidad para todos y todas, y resulta imprescindible para la integración a la Educación Superior de sectores sociales como los trabajadores, los pobres, quienes viven en lugares alejados de los principales centros urbanos, las poblaciones indígenas y afrodescendientes, personas con discapacidad, migrantes, refugiados, personas en régimen de privación de libertad, y otras poblaciones carenciadas o vulnerables.

3 - Se deben promover la diversidad cultural y la interculturalidad en condiciones equitativas y mutuamente respetuosas. El reto no es sólo incluir a indígenas, afrodescendientes y otras personas culturalmente diferenciadas en las instituciones tal cual existen en la actualidad, sino transformar a éstas para que sean más pertinentes con la diversidad cultural. Es necesario incorporar el diálogo de saberes y el reconocimiento de la diversidad de valores y modos de aprendizaje como elementos centrales de las políticas, planes y programas del sector.

4 - Dar satisfacción al aumento de las exigencias sociales por Educación Superior requiere profundizar las políticas de equidad para el ingreso e instrumentar nuevos mecanismos de apoyo público a los estudiantes (becas, residencias estudiantiles, servicios de salud y alimentación, tanto como el acompañamiento académico), destinados a permitir su permanencia y buen desempeño en los sistemas.

5 - Producir transformaciones en los modelos educativos para conjurar los bajos niveles de desempeño, el rezago y el fracaso estudiantil, obliga a formar un mayor número de profesores capaces de utilizar el conjunto de las modalidades didácticas presenciales o virtuales, adecuadas a las heterogéneas necesidades de los estudiantes y que, además, sepan desempeñarse eficazmente en espacios educativos donde actúan personas de disímiles procedencias sociales y entornos culturales.

6 - Avanzar hacia la meta de generalizar la Educación Superior a lo largo de toda la vida requiere reivindicar y dotar de nuevos contenidos a los principios de la enseñanza activa, según los cuales los principales protagonistas son individual y colectivamente quienes aprenden. Podrá haber enseñanza activa, permanente y de alto nivel sólo si ella se vincula de manera estrecha e innovadora al ejercicio de la ciudadanía, al desempeño activo en el mundo del trabajo y al acceso a la diversidad de las culturas.

7 - Ofrecer mayores opciones para los estudiantes al interior de los sistemas, a través de curricula flexibles que les faciliten un tránsito por sus estructuras, permitirá atender de modo eficiente sus intereses y vocaciones particulares, permitiéndoles acceder a nuevas formaciones de grado de naturaleza polivalente y acordes con la evolución de las demandas en el mundo del trabajo.

Todo esto exige perfeccionar la articulación entre los distintos niveles de formación, mecanismos educativos formales y no formales, así como programas conciliables con el trabajo. Superar la segmentación y la desarticulación entre carreras e instituciones, avanzando hacia sistemas de Educación Superior fundados en la diversidad, permitirá la democratización, el pluralismo, la originalidad y la innovación académica e institucional, firmemente sustentada en la autonomía universitaria.

Igualmente, resultan imprescindibles la desconcentración y regionalización de la oferta educativa para procurar la equidad territorial, tanto como para facilitar la incorporación de los actores locales en la Educación Superior.

8 - Las tecnologías de información y comunicación deben contar con personal idóneo, experiencias validadas y un sistema de estricto control de la calidad para ser una herramienta positiva de expansión geográfica y temporal del proceso de enseñanzaaprendizaje.

9 - Dado que la virtualización de los medios educativos y su uso intensivo en los procesos de enseñanza-aprendizaje tenderán a crecer aceleradamente, cobra enorme importancia el papel de la Educación Superior en la formación de personas con juicio crítico y estructuras de pensamiento capaces de transformar la información en conocimiento, para el buen ejercicio de sus profesiones y liderazgo en los sectores público y privado.

10 - La Educación Superior tendrá que hacer efectivo el desarrollo de políticas de articulación con todo el sistema educativo, colaborando en la formación de sólidas bases cognitivas y de aprendizaje en los niveles precedentes, de tal manera que los estudiantes que ingresan al nivel superior cuenten con los valores, las habilidades, destrezas y capacidades para poder adquirir, construir y transferir conocimientos en beneficio de la sociedad.

La Educación Superior tiene una indudable responsabilidad en la formación de profesores para todo el sistema educativo, así como en la consolidación de la investigación pedagógica y la producción de contenidos educativos.

Los Estados deben asumir en su plenitud la prioridad de garantizar una educación de calidad para todos, desde la educación inicial hasta la superior.

En este sentido, las políticas de acceso a la Educación Superior deben también considerar la necesidad de la implementación de programas de enseñanza e investigación de calidad en los postgrados.

11 - Hay que reconocer al cuerpo docente como actor fundamental del sistema educativo, garantizando su formación, capacitación permanente, adecuadas condiciones laborales y regímenes de trabajo, salario y carrera profesional que permitan hacer efectiva la calidad en la enseñanza y la investigación.

12 - Es indispensable garantizar la universalización de la educación media. Igualmente, la incorporación de toda la población a las dinámicas del conocimiento exige, por parte de las instituciones de Educación Superior, el desarrollo de alternativas y trayectorias educativas conducentes a certificaciones para el trabajo, la alfabetización digital y el reconocimiento, de experiencias y saberes adquiridos fuera de los sistemas formales.

En este sentido, debe rescatarse, entre otras, la experiencia de las Universidades Populares de los inicios del reformismo universitario.

13 - Las instituciones de Educación Superior de la región necesitan y merecen mejores formas de gobierno, capaces de responder a las transformaciones demandadas por los contextos internos y externos. Eso exige la profesionalización de los directivos y una vinculación clara entre la misión y propósitos de la institución y los instrumentos de gestión.

D - Valores sociales y humanos de la Educación Superior

1 - Es preciso hacer cambios profundos en las formas de acceder, construir, producir, transmitir, distribuir y utilizar el conocimiento.

Como ha sido planteado por la UNESCO enotras oportunidades, las instituciones de Educación Superior, y, en particular, las Universidades, tienen la responsabilidad de llevar a cabo la revolución del pensamiento, pues ésta es fundamental para acompañar el resto de las transformaciones.

2 - Reivindicamos el carácter humanista de la Educación Superior, en función del cual ella debe estar orientada a la formación integral de personas, ciudadanos y profesionales, capaces de abordar con responsabilidad ética, social y ambiental los múltiples retos implicados en el desarrollo endógeno y la integración de nuestros países, y participar activa, crítica y constructivamente en la sociedad.

3 - Es necesario promover el respeto y la defensa de los derechos humanos, incluyendo: el combate contra toda forma de discriminación, opresión y dominación; la lucha por la igualdad, la justicia social, la equidad de género; la defensa y el enriquecimiento de nuestros patrimonios culturales y ambientales; la seguridad y soberanía alimentaría y la erradicación del hambre y la pobreza; el diálogo intercultural con pleno respeto a las identidades; la promoción de una cultura de paz, tanto como la unidad latinoamericana y caribeña y la cooperación con los pueblos del Mundo. Éstos forman parte de los compromisos vitales de la Educación Superior y han de expresarse en todos los programas de formación, así como en las prioridades de investigación, extensión y cooperación interinstitucional.

4 - La Educación Superior, en todos los ámbitos de su quehacer, debe reafirmar y fortalecer el carácter pluricultural, multiétnico y multilingüe de nuestros países y de nuestra región.

5 - Las instituciones de Educación Superior deben avanzar en la configuración de una relación más activa con sus contextos. La calidad está vinculada a la pertinencia y la responsabilidad con el desarrollo sostenible de la sociedad.

Ello exige impulsar un modelo académico caracterizado por la indagación de los problemas en sus contextos; la producción y transferencia del valor social de los conocimientos; el trabajo conjunto con las comunidades;

una investigación científica, tecnológica, humanística y artística fundada en la definición explícita de problemas a atender, de solución fundamental para el desarrollo del país o la región, y el bienestar de la población;

una activa labor de divulgación, vinculada a la creación de conciencia ciudadana sustentada en el respeto a los derechos humanos y la diversidad cultural; un trabajo de extensión que enriquezca la formación, colabore en detectar problemas para la agenda de investigación y cree espacios de acción conjunta con distintos actores sociales, especialmente los más postergados.

6 - Es necesario promover mecanismos que permitan, sin menoscabo de la autonomía, la participación de distintos actores sociales en la definición de prioridades y políticas educativas, así como en la evaluación de éstas.

E - La educación científica, humanística y artística y el desarrollo integral sustentable

1 - La Educación Superior tiene un papel imprescindible en la superación de las brechas científicas y tecnológicas con los países hoy más desarrollados y al interior de la región. La existencia de dichas brechas amenaza con perpetuar en nuestros países situaciones de subordinación y pobreza. Se requiere incrementar la inversión pública en ciencia, tecnología e innovación, así como la formulación de políticas públicas para estimular una creciente inversión por parte de las empresas. Estas inversiones deben estar dirigidas al fortalecimiento de las capacidades nacionales y regionales para la generación, transformación y aprovechamiento del conocimiento, incluyendo la formación calificada, el acceso a la información el equipamiento necesario, la conformación de equipos humanos y comunidades científicas integradas en red.

2 - Las políticas nacionales, regionales e institucionales deben estar encaminadas fundamentalmente a lograr una transformación de los modelos de relación entre los grupos de investigación académica y los usuarios del conocimiento, sean estos empresas de producción, servicios públicos o comunidades, de forma que las necesidades sociales y productivas se articulen con las capacidades académicas, conformando líneas de investigación prioritaria.

3 - El desarrollo de las capacidades científicas, tecnológicas, humanísticas y artísticas con clara y rigurosa calidad debe estar vinculado a una perspectiva de sustentabilidad. El agotamiento del modelo predominante de desarrollo se evidencia en la contraposición entre las necesidades humanas, los modelos de consumo y la conservación de la habitabilidad del Planeta. Se trata de propiciar enfoques que apunten a combinar la atención de los problemas sociales, económicos y ambientales, reduciendo el hambre, la pobreza y la inequidad, a la vez que se mantienen la biodiversidad y los sistemas de soporte de la vida en la Tierra. La educación es crucial para transformar valores que hoy estimulan un consumo no sustentable. Las instituciones de conocimiento tienen un papel fundamental en la orientación de las nuevas tecnologías y la innovación hacia sistemas de consumo producción que no condicionen las mejoras en el bienestar al consumo creciente de energía y materiales.

4 - Las nuevas tecnologías convergentes forman parte de la dinámica contemporánea del desarrollo científico-técnico que transformará a las sociedades en el curso de las próximas décadas. Nuestros países deberán sortear nuevos y difíciles desafíos para poder generar y utilizar este conocimiento e introducirlo y adaptarlo a metas sociales y económicas. Es necesario prestar especial atención a las barreras y potenciar la construcción de bases y plataformas científico-tecnológicas endógenas.

5 - El proceso de construcción de una agenda en ciencia, tecnología e innovación compartida por la universidad latinoamericana y caribeña debe apuntar a generar el conocimiento que nuestro desarrollo y el bienestar que nuestros pueblos demandan.

Debe también propiciar una actividad científica fundada en las necesidades sociales y una creciente comprensión de la ciencia como un asunto público que concierne a la sociedad en su conjunto.

6 - Debe incrementarse la difusión y la divulgación del conocimiento científico y cultural a la sociedad, dando a los ciudadanos la oportunidad de participar en las decisiones sobre asuntos científicos y tecnológicos que puedan afectarlos directa o indirectamente, buscando convertirlos en soporte conciente de ellas, y al mismo tiempo abriendo el sistema científico a la crítica social.

7 - Tan importantes como la generación y socialización del conocimiento en las áreas deciencias exactas, naturales y tecnologías de producción son los estudios humanísticos, sociales y artísticos con el fin de fortalecer perspectivas propias para el abordaje de nuestros problemas, responder a los retos en materia de derechos humanos, económicos, sociales y culturales, equidad, distribución de la riqueza, integración intercultural, participación, construcción democrática y equilibrio internacional, así como de enriquecer nuestro patrimonio cultural. Es indispensable acortar las distancias entre los campos científicos, técnicos, humanísticos, sociales y artísticos, entendiendo la complejidad y multidimensionalidad de los problemas y favoreciendo la transversalidad de los enfoques, el trabajo interdisciplinario y la integralidad de la formación.

8 - La formación de postgrado resulta indispensable para el desarrollo de la investigación científica, tecnológica, humanística y artística, basada en criterios rigurosos de calidad.

El postgrado ha de estar fundamentado en líneas activas de investigación y creación intelectual para garantizar que sean estudios que promuevan las más altas calificaciones profesionales y la formación permanente, contribuyendo efectivamente a la generación, transformación y socialización del conocimiento.

F - Redes académicas

1 - La historia y los avances construidos desde el ámbito de la cooperación han hecho a nuestras instituciones de Educación Superior actores con vocación de integración regional.

Es mediante la constitución de redes que las instituciones de Educación Superior de la región pueden unir y compartir el potencial científico y cultural que poseen para el análisis y propuesta de solución a problemas estratégicos.

Dichos problemas no reconocen fronteras y su solución depende de la realización de esfuerzos mancomunados entre las instituciones de Educación Superior y los Estados.

2 - Las redes académicas a escala nacional y regional son interlocutores estratégicos ante los gobiernos. Son, asimismo, los protagonistas indicados para articular de manera significativa identidades locales y regionales, y colaborando activamente en la superación de las fuertes asimetrías que prevalecen en la región y en el mundo frente al fenómeno global de la internacionalización de la Educación Superior.

G - La emigración calificada

1 - Un tema que merece la mayor atención es la prevención de la sustracción de personal de alta calificación por vía de la emigración.

La existencia de políticas explícitas por parte de países industrializados para la captación de dicho personal proveniente de los países del Sur significa, en muchos casos para éstos, la pérdida de capacidades profesionales indispensables. Resultan impostergables políticas públicas que atiendan al problema en su complejidad, salvaguardando el patrimonio intelectual, científico, cultural, artístico y profesional de nuestros países.

2 - La emigración se ve acelerada por el reclutamiento de jóvenes profesionales de la región por parte de los países centrales, para atender la disminución de su población estudiantil universitaria. Ello podrá enfrentarse mediante la apertura de ámbitos locales de trabajo acordes con sus capacidades, y el aprovechamiento, a través de mecanismos que minimicen el impacto de las pérdidas, de las ventajas estratégicas que puede significar la emigración calificada en otras regiones para el país de origen cuando éste no pueda absorberla directamente.

H - Integración regional e internacionalización

1 - Es fundamental la construcción de un Espacio de Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior (ENLACES), el cual debe formar parte de la agenda de los gobiernos y los organismos multilaterales de carácter regional. Ello es básico para alcanzar niveles superiores que apunten a aspectos fundamentales de la integración regional: la profundización de su dimensión cultural; el desarrollo de fortalezas académicas que consoliden las perspectivas regionales ante los más acuciantes problemas mundiales; el aprovechamiento de los recursos humanos para crear sinergias en escala regional; la superación de brechas en la disponibilidad de conocimientos y capacidades profesionales y técnicas; la consideración del saber desde el prisma del bienestar colectivo; y la creación de competencias para la conexión orgánica entre el conocimiento académico, el mundo de la producción, el trabajo y la vida social, con actitud humanista y responsabilidad intelectual.

2 - En el marco de la consolidación del ENLACES, es necesario acometer:

a. la renovación de los sistemas educativos de la región, con el objeto de lograr una mejor y mayor compatibilidad entre programas, instituciones, modalidades y sistemas, integrando y articulando la diversidad cultural e institucional;

b. la articulación de los sistemas nacionales de información sobre Educación Superior de la región para propiciar, a través del Mapa de la Educación Superior en ALC (MESALC), el mutuo conocimiento entre los sistemas como base para la movilidad académica y como insumo para adecuadas políticas públicas e institucionales.

c. el fortalecimiento del proceso de convergencia de los sistemas de evaluación y acreditación nacionales y subregionales, con miras a disponer de estándares y procedimientos regionales de aseguramiento de la calidad de la Educación Superior y de la investigación para proyectar su función social y pública. Los procesos de acreditación regionales deben estar legitimados por la participación de las comunidades académicas, contar con la contribución de todos los sectores sociales y reivindicar que calidad es un concepto inseparable de la equidad y la pertinencia;

d. el mutuo reconocimiento de estudios, títulos y diplomas, sobre la base de garantías de calidad, así como la formulación de sistemas de créditos académicos comunes aceptados en toda la región. Los acuerdos sobre legibilidad, transparencia y reconocimiento de los títulos y diplomas resultan indispensables, así como la valoración de habilidades y competencias de los egresados y la certificación de estudios parciales; igualmente hay que dar seguimiento al proceso de conocimiento reciproco de los sistemas nacionales de postgrado, con énfasis en la calidad como un requisito para el reconocimiento de títulos y créditos otogardos en cada uno de los países de la región.

e. el fomento de la movilidad intraregional de estudiantes, investigadores, profesores y personal administrativo, incluso a través de la implementación de fondos específicos;

f. el emprendimiento de proyectos conjuntos de investigación y la creación de redes de investigación y docencia multiuniversitarias y pluridisciplinarias;

g. el establecimiento de instrumentos de comunicación para favorecer la circulación de la información y el aprendizaje;

h. el impulso a programas de educación a distancia compartidos, así como el apoyo a la creación de instituciones de carácter regional que combinen la educación virtual y la presencial;

i. el fortalecimiento del aprendizaje de lenguas de la región para favorecer una integración regional que incorpore como riqueza la diversidad cultural y el plurilingüismo.

3 - En el plano internacional es preciso fortalecer la cooperación de América Latina y el Caribe con las otras regiones del Mundo, particularmente la cooperación Sur-Sur y, dentro de ésta, con los países africanos.

La Conferencia encomienda al IESALC designar una comisión encargada de presentar a la brevedad una hoja de ruta que permita la integración progresiva de las instituciones de Educación Superior de la región.

Los participantes en este encuentro reconocen la labor enjundiosa realizada por el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC-UNESCO) en la preparación y realización de este evento, que ha permitido recoger la opinión de la comunidad académica regional con miras a la Conferencia Mundial de Educación Superior, París 2009.

La integración académica latinoamericana y caribeña es una tarea impostergable. Es necesaria para crear el futuro del Continente. Los participantes de la CRES 2008ratifican el compromiso de asegurar esta tarea. Tenemos la obligación y la responsabilidad de crear un futuro propio.

Decimos con Gabriel García Márquez, desde su sentida Colombia, que nos toca avanzar hacia “una nueva y arrasadora utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”. "