domingo, 7 de diciembre de 2014

Marxismo y Educación

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Las negrillas son para efectos de estudio.
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MARX PARA UNA EDUCACIÓN EMANCIPADORA
Oscar A. Fernández O.

“Aquellos que tiene el privilegio de saber, tienen la obligación de actuar.”
Albert Einstein

¡Volver a Marx! Viejo grito de denuncia, rechazo y hastío. Periódicamente retoma el centro de la escena cuando el conformismo, la mansedumbre, la mediocridad, la apología y la legitimación entusiasta del orden establecido amenazan desdibujar el sentido crítico de las ciencias sociales. (N. Kohan: 2005)

El trabajo intelectual de Marx ha sido leído de distintas formas. En él se incluyen obras de teoría y crítica económica, polémicas filosóficas, manifiestos de organizaciones políticas, cuadernos manuscritos de trabajo y artículos periodísticos sobre la actualidad del siglo XIX. Muchas de sus obras las escribió junto con Engels. Los principales temas sobre los que trabajó Marx fueron la crítica filosófica, la crítica política y la crítica de la economía política.

El marxismo surgió en los años 40 del siglo XIX. Las necesidades de un progreso social que había puesto al desnudo los vicios radicales del régimen capitalista, de todo el sistema de explotación, el despertar del proletariado a las luchas políticas, los grandes descubrimientos en las ciencias naturales y el nivel de las investigaciones históricas y sociales plantearon ante el pensamiento social la tarea de elaborar una teoría nueva, científica, que pudiese responder a las cuestiones suscitadas por la vida.

Entenderemos por “marxismo” a la teoría científica que expresa los intereses históricos revolucionarios del proletariado como clase social. Su producción va a estar condicionada por la existencia de esta clase cuyos intereses históricos van a pasar por la supresión de toda forma de explotación. Será el punto de vista proletario de Carlos Marx y Federico Engels, el que les permitirá producir esta teoría apoyándose, pero a la vez rompiendo con ellos, en los logros del pensamiento iluminista (Rousseau, Montesquieu, Locke, Hume) la economía política clásica (Smith, Ricardo y John Stuart Mill) la filosofía alemana (Kant, Hegel, Nietzsche y Heidegger) y el socialismo francés (Fourier, Proudhon y Saint-Simón)

Si el liberalismo había removido las bases del mundo medieval que agonizó durante la Edad Moderna, el nacimiento del marxismo sacudió hasta sus más profundas raíces el pensamiento liberal burgués del siglo XIX. Como dicen Marx y Engels en sus primeras palabras del Manifiesto Comunista: “Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo”. Nada mejor que esa frase para comprender lo que significó y sigue significando el marxismo para los intereses económicos poderosos. El poeta no se equivocaba cuando afirmaba que la vida es sueño: en efecto, desde su aparición, el marxismo ha sido la sempiterna pesadilla de quienes todavía creen en la “justicia” del capitalismo.

La aportación marxista a la educación comprende, por un lado, la conformación de una nueva teoría de la educación y, por otro, la crítica a la escuela entendida como instrumento que mantiene y sustenta las diferencias sociales. La educación se analiza dentro del contexto más amplio de la sociedad y de la política. Por tanto, las críticas principales no están referidas a cuestiones metodológicas, sino al papel que cumple la escuela más allá del aula, es decir, al contexto de las relaciones sociales. Para Marx y Engels, la escuela en el capitalismo reproduce la fábrica, ambas producen y reproducen la división social del trabajo y la división entre el trabajo físico y el intelectual. Mientras que para Max Weber, seguidor de Marx, la escuela es alienante en tanto reproduce, estructural y funcionalmente, la religión y legitima las formas de dominación de la burguesía.

Las teorías marxistas surgen en tomo a la concepción de una educación politécnica organizada junto al trabajo productivo para superar la alineación de los hombres. Marx y Engels, para elaborar su teoría, parten de la crítica a la educación unilateral o capitalista (donde hay escuelas para pobres y escuelas para ricos) a la que contraponen la formación omnilateral del hombre en igualdad de circunstancias. El hombre creador es analizado por Marx no como un ente abstracto, aislado y dotado de propiedades innatas, sino como individuo concreto, que encuentra la medida y el grado de realización de su esencia en el carácter del régimen socioeconómico en que vive y se desenvuelve.

Las concepciones educativas de Marx y Engels, al igual que las económicas, utilizan como instrumento práctico el método materialista dialéctico e histórico, realista y crítico, que parte de lo concreto, estudia los hechos y sus contradicciones y plantea la transformación de la realidad. Para lograr esta omnilateralidad del ser humano, Marx y Engels defienden que la educación ha de abarcar tres ámbitos: la educación intelectual, la educación física y la educación politécnica, mediante la cual el alumno se instruirá en los principios generales del proceso de producción y por la que entrará en contacto con los instrumentos de la industria. Hoy tendríamos que agregar la educación tecnológica, que familiariza al alumno con el uso de la informática, la telemática y la robótica, usadas por la hoy llamada globalización económica, para dirigir y controlar este sistema mundial.

Marx y Engels separan el Estado y el gobierno. De este modo, la enseñanza puede ser estatal sin estar bajo el control del gobierno. Es estatal en tanto debe ser el Estado el que legisle disposiciones generales como las referentes a la formación de los maestros, controle el cumplimiento de estas normativas y distribuya el sostenimiento de estas escuelas; pero para lo demás puede depender de autoridades locales representativas. 

Siendo la educación la reproducción y el reflejo de un determinado grado de desarrollo material de la sociedad, de las formas de propiedad existentes y de la manera cómo se relacionan los hombres para producir, resulta una actitud subjetiva el tratar de diseñar modelos educativos que nada tienen que ver con la realidad concreta, obedeciendo sólo a esquemas mentales que pueden ser aspiraciones legítimas pero ajenas a las leyes del desarrollo social. Esta manera de plantear las cosas cae en la utopía voluntarista y es preciso comprender que las sociedades no se comportan según el buen deseo de los hombres, sino de acuerdo a leyes objetivas que rigen el curso de su desarrollo, aunque la influencia de los ciudadanos es importante.

El proyecto educativo emancipador salvadoreño deberá plantear una educación "revolucionaria y transformadora", dentro de una sociedad clasista donde impera la opresión y la exclusión social, que han convertido nuestro país en un nido de violencia incontrolable; donde la clase dominante, precisamente por ser la poseedora de la gran propiedad privada de los medios de producción y acaparadora de la riqueza que produce la nación, explota, discrimina y somete a las clases oprimidas, aunque la administración del Estado –como en el caso presente- esté en manos de corrientes progresistas y de alguna influencia revolucionaria, que no termina de cuajar.

Según Paolo Freire (1921-1997) filósofo y pedagogo, humanista cristiano, es suficiente cambiar la conciencia de los hombres para terminar cambiando materialmente la sociedad. Sin duda toca un punto importante y por demás capital en la lucha contra el dominio burgués. Pero la naturaleza y complejidad del problema indica que es preciso cambiar primero la estructura económica de la sociedad --a esto se llama "cambio estructural"-- que, en nuestro caso, consiste en un proceso para consolidar la propiedad social de los medios de producción, y volver a la posesión de las empresas públicas que fueron privatizadas.

Es cierto que, en determinado momento del desarrollo social, cuando se han cerrado todas las puertas para un ulterior crecimiento de las fuerzas productivas de la sociedad, las expresiones súper-estructurales y entre ellas la educación, se rebelan contra la estructura económica caduca para transformarla radicalmente, en última instancia en esto consiste la revolución social. Este desarrollo desde la perspectiva liberal burguesa sin embargo, no tiene nada que ver con el planteamiento educativo que apunta a la transformación de un nuevo modelo educativo liberador, sino que se trata de un intento más de maquillar un capitalismo salvaje que está arrastrando al conjunto de la humanidad a la barbarie, aún y cuando insistan en apropiarse de las banderas de la libertad y la justicia, el nuevo discurso enclenque y oportunista de la oligarquía burguesa.

Creemos, por el contrario, que la tarea de transformación nos corresponde a quienes fungimos de transmisores del conocimiento. Es a nosotros que cabe pedir –y acaso exigir- una analítica crítica (histórica y socialmente situada) de la educación que derive en la verdadera emancipación humana, como diría Marx, o en la verdadera utopía liberadora, como diría Freire.

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martes, 2 de diciembre de 2014

La UES y su Compromiso Histórico

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Las negrillas son para efectos de estudio.

RESCATAR LA UES: UN COMPROMISO HISTÓRICO
Oscar A. Fernández O.

"La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas." Carlos Marx. (Manuscritos económicos y filosóficos 1844)

La Universidad de El Salvador deber volver a ser la más importante fuente de formación ética de la sociedad y como organismo público autónomo, compensar su misión batallando por la igualdad de todos ante la cultura

Y es que los universitarios estamos obligados a creer en la fuerza de las palabras, de las ideas y de los conceptos por encima de la fuerza irracional de las armas y los dogmas; creer en la fuerza creadora del significado por encima de las desmesuras del poder; creer en la fuerza de la reflexión humanista por encima de cualquier fanatismo político, religioso o moral; creer en el análisis y la comprobación por encima de la aceptación obediente de consignas. Somos enteramente críticos frente a los hechos, por más obvios que parezcan.

Debemos creer y luchar, en suma, por una Universidad comprometida con el desarrollo del pueblo, que albergue el pensamiento crítico emancipador y democrático, y lo ofrezca generosamente a la comunidad.

Esta es nuestra tarea: pensar, ayudar a pensar, educar en la razón y en la libertad, imbuir el espíritu de honradez intelectual, crear y recrear expresiones de cultura, formar personas éticamente responsables y lograr que la educación sea el medio por excelencia para la edificación de una sociedad democrática y humanista.

No son pocos ni menores los problemas que gravitan sobre la enseñanza pública y sobre la UES. Junto a las dificultades propias de una globalidad económica y cultural que avasalla los espacios locales y nacionales, también afrontamos incomprensión, recelo, suspicacia y temor.

Para dar respuesta, es preciso formar una comunidad universitaria sólida y solidaria; es preciso fortalecer la presencia de esta comunidad académica en la sociedad, en las instituciones públicas y privadas, pero particularmente es de primer orden que la docencia, la extensión y la investigación correspondan con el desarrollo social necesario para el país. La Universidad debe salir en defensa de los cambios profundos que necesita El Salvador, en pro de la justicia, la libertad y la igualdad.

La defensa de la Universidad Nacional, no ha de ser una argumentación aislada, una reiteración de frases hechas, sino un sistema bien ordenado de razones y argumentos basados en la seriedad académica, en el pensamiento político de avanzada, en la calidad de alumnos, maestros e investigadores, y en los valores que tiene una educación emancipadora.

Sobre todo en épocas de crisis e incertidumbre, no hay mejor inversión que la destinada a la educación. Por tanto, la defensa responsable de la Universidad es la defensa de la civilización y la cultura, la defensa de la democracia popular y sus valores, particularmente el diálogo, la tolerancia, la igualdad y la participación.

Nuestra propuesta general es que consolidemos la presencia de la comunidad universitaria en el desarrollo cultural y social del Estado salvadoreño que en esencia debe ser el pueblo organizado; que la fortalezcamos mediante la generación de conocimientos, prácticas y valores que hagan de la cultura un bien público.

Necesitamos reiterar el proyecto de una Universidad socialmente pertinente, financieramente viable y públicamente responsable. Para ello debemos desarraigar mitos,uno de ellos, la inadecuada comprensión del principio de autonomía. Este debe ser asumido no como extraterritorialidad, sino como el derecho de autogobierno al servicio del país, con la conciencia añadida de que no hay derecho sin responsabilidad, esto es, no hay autonomía razonable sin rendición de cuentas obligada. Y esa no es únicamente una rendición de cuentas financiera o funcional, sino también moral y cívica: la autonomía de la Universidad, que hay que defender, debe protegerla también de la colonización de los claustros por ideologías ciegas e intolerantes y por intereses políticos minúsculos que, paradójicamente, terminan alejando a la Universidad de su preocupación por la cosa pública y divorciándola del pueblo

Tenemos, en primer lugar, un compromiso con la educación científica. Comprender los fines, definir los medios y manejar adecuadamente los recursos, son los conceptos que delimitan nuestra responsabilidad y fortalecen la verdadera autonomía universitaria. Tenemos, desde luego, un compromiso con la gestión de recursos para que la Universidad cumpla dignamente con sus fines y garantice la satisfacción de sus obligaciones laborales.

En este sentido, es preciso responder con una administración ordenada y transparente; es preciso revisar la estructura administrativa y las funciones, adecuar los espacios, erradicar inercias, deshacer burocratismos y desmantelar prácticas arbitrarias; es preciso renovar el espíritu de comunidad, mover las voluntades dispersas y articularlas en torno de grandes objetivos, despertar el gusto por la lectura, la seriedad de la investigación, el hábito del diálogo y el debate; promover la acción política y motivar la generosidad del conocimiento, haciendo de la Universidad una Institución abierta al tiempo y al mundo.

El liderazgo de la autoridad universitaria deberá propiciar el entusiasmo por la enseñanza y el aprendizaje, por la investigación compartida, por la extensión del conocimiento, por la difusión de la pluralidad cultural, por el humanismo, el pensamiento crítico y la solidaridad, para ayudar a construir una sociedad consolidada en los valores de la convivencia pacífica, la igualdad y la justicia.

Superar el lamentable estado en que se encuentra nuestra Alma Mater, exige reconocer que en este momento no tenemos un modelo de universidad que haya sido el resultado de un cuidadoso diálogo entre Estado y sociedad. Existen los residuos dejados por la decadencia de un modelo anterior y, de otra parte, los nuevos aditamentos de un pseudo-modelo nuevo, resultante de una visión oportunista o, en el mejor de los casos, irreflexiva y cegada por el fetichismo empresarial. Debemos, pues, reconocer la necesidad de plantear un modelo distinto que rompa con ciertos mitos paralizantes para así revitalizar a la UES. 

Nuestra convocatoria es que iniciemos una reflexión sobre la Universidad Nacional para una nueva sociedad democrática; una reflexión sobre la presencia que ella debe tener en un mundo abierto, complejo e incierto; una reflexión sobre el potencial que tiene la ciencia, el arte y la educación en la construcción de una sociedad menos injusta.

Tenemos un compromiso con las reformas políticas y sociales del Estado, en especial con aquellas que refuercen la distribución equitativa de recursos y un nuevo marco de relaciones entre la sociedad y las instituciones públicas.Tenemos un compromiso en materia de planeación, vigilancia y evaluación del desarrollo integral del Estado. Es mucho lo que la Universidad puede aportar en la determinación de prioridades y en los modos de atenderlas. Hagámoslo!

El desafío humanista de la Universidad es el liderazgo de la inteligencia de una sociedad en movimiento y transformación permanente.

Pero entendamos que ninguna propuesta puede ser válida, sin tomar en cuenta nuestra historia y nuestras mejores tradiciones.En ese marco se inscriben estas líneas, que apenas garabatean la posibilidad de otro futuro para la UES, el cual debe repensarse y rehacerse en un tiempo histórico caracterizado no tanto como época de cambio sino, más bien, como cambio de época.
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viernes, 21 de noviembre de 2014

Alianza Docente-Estudiantil-Empleados en la UES

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Proposiciones
Sobre la Alianza Docente-Estudiantil-Empleados-Trabajadores en la UES

La UES es en buena medida si no en toda la medida responsable de la existencia de la actual forma de gobierno en El Salvador. Por décadas de lucha social, política y en lo que compete, podría decirse, militar, la UES sostuvo y sostiene una firme voluntad político académica para lograr en El Salvador, la democracia económica, social, política y cultural en el más amplio sentido de la palabra y podría decirse en armonía con los intereses universitarios democráticos mundiales.

La UES soportó durante el conflicto bélico pasado tres intervenciones militares, y la ya había tenido una antes. Decenas de integrantes de la comunidad universitaria, hombres y mujeres, funcionarios, profesores, estudiantes, empleados y trabajadores, fueron asesinados, desaparecidos, encarcelados, torturados o vejados en múltiples formas debido a la lucha que desarrollo la UES, como institución y como comunidad, para lograr que la izquierda en el país fuera reconocida y sus derechos políticos respetados. 

La UES apoyó resueltamente al FMLN y muchos de los miembros de la comunidad universitaria fueron y son militantes o afiliados históricos o recientes al mismo partido. Incluso, cuatro de los cinco dirigentes históricos del FMLN fueron estudiantes de la UES y en su seno avanzaron en su conciencia y en el conocimiento científicos de la sociedad y la necesidad de transformar situaciones de injusticia social.

Ahora que el FMLN es el partido en el gobierno la UES tiene la responsabilidad histórica de aportar desde la dimensión política institucional académica a la orientación científica y técnica y de extensión universitaria para que se solucionen de manera consecuente los problemas del pueblo y la nación salvadoreña.

En esta dirección debe forjarse una Alianza Docente-Estudiantil-Empleados-Trabajadores que dinamice la UES y su capacidad para incidir en la política nacional en todos sus ámbitos.
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viernes, 17 de octubre de 2014

UES y Aporte Científico Social

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LA TIRANIA DE LOS MEDIOS Y EL PENSAMIENTO ÚNICO

Oscar A. Fernández O.

"El discurso único está poblado de hipótesis que se auto-validan y que, repetidas incesante y monopolísticamente, se tornan en definiciones hipnóticas o dictados." H. Marcuse.

El triunfo ideológico del neoliberalismo es el de una concepción holista de la sociedad, de su naturaleza, de sus leyes de movimiento -explicadas desde las antípodas de las que postula el marxismo- y de un modelo normativo de organización social. Así como Marx en algún momento dijo que la economía era la ciencia de la sociedad burguesa -por supuesto refiriéndose a la economía política clásica y a los grandes fundadores de esta disciplina, básicamente Adam Smith y David Ricardo, hoy podríamos decir que el neoliberalismo es la corriente teórica específica del capitalismo en su fase actual. Esta perspectiva ha tenido una gravitación extraordinaria en América Latina y ha ejercido una profunda influencia en el vacilante discurso de muchas expresiones de izquierda, que parecen haberse plegado.

La cultura mundial de los medios de comunicación uniformiza y reduce el planeta. Los diseñadores y promotores de esta cultura dedican cantidades ingentes de energías y dinero al estudio de la influencia y condicionamiento de las conciencias a través de los medios. El análisis de esta actividad revela que a través de ella se pretende crear el tipo de ser humano más conveniente para el sistema capitalista de producción y consumo. El objetivo ha sido convertirnos a todos en apéndices del mercado. Es lógico, por tanto, que la "publicidad comercial", constituya uno de los componentes fundamentales de la cultura actual (Romano: 1993).

Entre el orden cultural y el económico existe una relación de interdependencia. Así, y por limitarnos solamente a los orígenes más recientes, durante el siglo XIX, a medida que la industria atraía a un sector cada vez mayor de la población a su esfera de influencia, a su modo de producción y de consumo, los capitanes de la industria se preocuparon cada vez más de que la vida cultural coincidiese con sus objetivos económicos y políticos. Para ello no sólo trataban de imponer y administrar la disciplina laboral de la fábrica, sino de inculcar también las actitudes, lealtades y comportamientos adecuados a esos objetivos. Se dieron cuenta que era más barato conculcar las mentes que mantener un costoso cuerpo de represión. A éste se recurre únicamente en caso de necesidad, cuando falla el otro. Cuando una clase depende de las bayonetas para preservar su poder es que no está segura.

La historia enseña que la clase pudiente nunca está sola. Se arropa con la bandera de la religión, el patriotismo y el bienestar público. Pues sólo reconoce y proclama como bueno para todos lo que es bueno para ella. Tras el Estado existe todo un entramado de doctrinas, valores, mitos, instituciones, etc., que sirven consciente o inconscientemente a sus intereses. John Locke decía ya en 1690 que "el gobierno fue creado para protección de la propiedad". Y casi un siglo más tarde, en 1776, Adam Smith afirmaba que "la autoridad civil se instituyó en realidad para defensa de los ricos contra los pobres, o de los que tienen alguna propiedad contra los que no tienen ninguna."

Las instituciones políticas, religiosas y educativas contribuyen a crear la ideología que transforma el interés de la clase capitalista dominante en interés general, justificando las relaciones de clase existentes como las únicas que son naturales y, por tanto, perpetuas e inalterables. Todas ellas se conjuntan para crear una conciencia uniforme, para dar unidad al pensamiento.

La mediación efectuada por el pensamiento único re­duce las contradicciones hasta el punto de eliminarlas. Su misión es la unificación de lo que se presenta dividido, dis­gregado. El pensamiento diferenciado, crítico, se realiza, sin em­bargo, como toma de conciencia de la realidad plural y con­tradictoria. Este tipo de conocimiento exige el esfuerzo constante de los seres humanos por aplicar el instrumento de la razón al dominio de su entorno.

Al mismo tiempo, cuando se comunica algo, ese algo adquiere un significado y una re­levancia que no son los que tiene de por sí, sino el que se le dé. Como se sabe, toda información es selectiva e intere­sada. Puede decirse entonces que cuanto más corta y estereo­tipada sea la comunicación, tanto mayor será la violencia simbólica y el poder mágico de los medios, y tanto menor el significado que puede utilizar para sí mismo el sujeto recep­tor. (Romano: 2009)

Nuestra Universidad por ejemplo, siempre fue un foco de progreso y vanguardia que facilitaba las alternativas entre las distintas fases y oscilaciones del capitalismo. El pensamiento fluía, se gestaban las grandes teorías y ciencia aplicada que luego servirían para potenciar la lucha por el bienestar de los pueblos, además de lograr la introducción de nuevos agentes de crecimiento económico, la mejora de la calidad de vida y la búsqueda de la equidad social.

Sin embargo, algo ha cambiado en los últimos tiempos y la Universidad, aunque no en todos los casos, ha dejado de ser un referente de vanguardia, para convertirse en un nido de mediocridad, endogamia y seguidismo del poder establecido. Paradójicamente este repliegue se produce cuando florecen las tecnologías de la comunicación, como en su día fue la imprenta, que permitiría la difusión del conocimiento fuera de las fronteras universitarias.

El problema es que nuestra universidad se ha escondido del mundo, seguramente por comodidad, pero también por cobardía e inseguridad, y asiste impasible al devenir de la realidad sin apenas participar y aportar su saber, forjando un sentimiento anti intelectual que raya en lo patético. Es llamativo, a este respecto, la escasa aportación universitaria a los conflictos políticos actuales, incluidas las crisis sociales o las guerras. En dirección contraria, el universitario ha asumido su papel secundario, haciendo dejación de su obligación de crear, pensar y razonar. El resultado es un ser abúlico, siempre con excepciones, que permiten albergar cierta esperanza. Dicho de manera severa: el humanista ha sido aniquilado por el burócrata. El pensamiento crítico ha sido sustituido por el pensamiento encadenado.

Los líderes políticos no pelean entre sí para tener poder, sino para realizar la gestión que se espera de ese poder, puesto que éste se ha desplazado desde el público al mundo de la economía y, especialmente, de las finanzas. Este poder es posible gracias al pensamiento único: “la traducción en términos ideológicos de pretensión universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, especialmente los del capital internacional”, sostiene enfático I. Ramonet (2009) 

La caída del muro de Berlín en 1989 fue saludada por los pensadores más conservadores como el inicio del «fin de la historia», que suponía la hegemonía global del capitalismo, de la economía de mercado, y de las democracias liberales en la gran mayoría de los países del mundo (todas ellas sometidas al dominio indiscutible de los EEUU y a la supervisión militar de la OTAN). Aparentemente, esta ha sido la situación en el periodo de la globalización neoliberal hasta el estallido de la crisis financiera de 2008, que ha puesto de relevancia la vigencia de las contradicciones del capitalismo.

Tras la borrachera de la sociedad de consumo, la nueva Gran Depresión parece estar suscitando cierta renovada curiosidad por un pensamiento crítico menos domesticado, lo que incluye un nuevo interés en las ideas del marxismo. ¿Resurgiremos como el ave Fénix?
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domingo, 17 de agosto de 2014

Dos aportes del Ingeniero Joaquín Vanegas

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En los reconocimientos del aporte hacia la Universidad de El Salvador por parte del Ingeniero Joaquín Vanegas, recientemente fallecido, me parece que no se destacan dos eventos singulares.

Desde luego que el Ing. Vanegas nos dejó varios legados entre ellos:

1. El respeto propio y la lucha para que otras personas e instituciones respeten a la Universidad de El Salvador.

2. La lucha por la dignidad laboral del personal de la UES, especialmente en cuanto a la estabilidad laboral y reconocimiento salarial del personal docente.

3. El esfuerzo constante por lograr la eficiencia y la transparencia de la administración financiera de la UES.

Sin embargo quiero mencionar dos eventos en que participé en la lucha, con el Ingeniero Joaquín Vanegas:

1. Cuando el Ingeniero Joaquín Vanegas se postuló para la Rectoría de la UES  se lucho porque la persona que competía contra él subsanara previamente ante el Consejo Superior Universitario su calidad de expulsada de la Universidad de El Salvador. Esta persona, por lo demás respetable profesional había sido expulsada de la UES durante la Rectoría del Doctor Rafael Menjívar por participar en el intento de dividir a la UES en el contexto de los acontecimientos que culminaron con la ocupación militar de la UES en 1972. Existe el acta del Consejo Superior Universitario de aquella época que fue leída y difundida en el proceso electoral de 1999 en que se postuló y fue electa para la Rectoría de la UES.

2. Lucha contra el préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo. La oposición contra el préstamo del BID, fue liderada junto con otros movimientos estudiantiles, por el Movimiento Docente de la Universidad de El Salvador, MDUES, del cual el Ingeniero Joaquín Vanegas, era uno de sus principales dirigentes. El documento que establecía las condiciones del préstamo claramente violaba la Constitución de la República y la Ley Orgánica de la Universidad de El Salvador faltando al respeto de la Autonomía Universitaria. Se proponía por ejemplo, que integrantes del organismo internacional formularan el plan estratégico de la UES, que una entidad ajena a los organismos de dirección de la Universidad de El Salvador manejara los fondos, que se diferenciaran las cuotas estudiantiles. Por este tipo de razones se temía un intento de privatización de la función docente, de investigación y de proyección social de la UES. El préstamo fue rechazado en sesión histórica del Consejo Superior Universitario, contando con un sólo voto a favor, por parte de la Rectoría de la Universidad de El Salvador.

Estos dos procesos de lucha por el respeto a la legislación y autonomía universitaria, forman parte de la contribución del Ingeniero Joaquín Vanegas a la institucionalidad de la UES.
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jueves, 24 de julio de 2014

En el Día del Trabajador Universitario

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Recibido por correo electrónico de parte de CPU-UES
Las negrillas son para efectos de estudio.

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Tomado del Boletín de la Facultad de Medicina, Universidad de El Salvador

Día del Trabajador Universitario y día del Maestro

Dr. José Arnulfo Herrera Torres (Decano) 

EDITORIAL

Es importante tener presente nuestra historia para revelar el verdadero significado en el día del trabajador universitario, el cual tiene como base la defensa de la autonomía universitaria frente a toda intervención militar o gubernamental así como también la reivindicación de sus derechos sociales y políticos tal como lo ha demostrado nuestra historia. Como dijo una vez Gandhi, Indira: "La historia es el mejor maestro con los discípulos distraídos."

La Universidad de El Salvador ha vivido una serie de intervenciones militares las cuales una a una fueron afectando su funcionamiento, desarrollo científico e infraestructura las cuales a manera de reseña mencionare algunas de ellas.

1. 2 de septiembre de 1960: Intervención militar por el Cnel. José María Lemus la cual concluyó con la golpiza y captura del rector, Dr. Napoleón Rodríguez Ruiz, resultando también un empleado universitario muerto y varios miembros de la comunidad universitaria heridos.

2. 19 de Julio de 1972: Intervención de la UES por órdenes del Cnel. Arturo Armando Molina. Cerró durante 1 año la Universidad, trunco la Reforma Universitaria y ocasiono un grave daño a la educación superior.

3. 26 de junio de 1980: Cierre de la Universidad durante 4 años por órdenes de la Junta Revolucionaria de Gobierno encabezada por el Ing. Napoleón Duarte. El 29 de octubre de 1980, el rector Félix Ulloa fue asesinado a escasos metros de la sede central de la UES. En los años siguientes, centenares de estudiantes, catedráticos, y autoridades universitarias cayeron víctimas de la represión gubernamental.

4. 12 de noviembre de 1989: La interviene el Ex Presidente Alfredo Cristiani realiza la última intervención militar durante la ofensiva final hasta el tope. 

Es la intervención del 26 de Junio de 1980 la que más daño le ha hecho a la UES y es por eso que en esta fecha se conmemora el día del trabajador Universitario, un dato importante es que el 10 de febrero de 1981, capturan al Consejo Superior Universitario en el Colegio Cristóbal Colón, el cual se reunía para seguir funcionando a pesar del exilio que se vivía en esa época, lo que manifestaba la consigna de lucha de toda la comunidad universitaria “La Universidad se niega a morir”.

Otro hecho importante es que la Junta Revolucionaria de Gobierno ordena la supresión del presupuesto universitario por medio del Decreto Legislativo No. 4, publicado en el Diario Oficial No. 134, Tomo No. 236, del 19 de julio de 1972, el cual autorizó al Órgano Ejecutivo para intervenir militarmente la Universidad de El Salvador a través del uso de los agentes de la Fuerza Armada, quienes utilizaron tanquetas y artillería pesada, quemaron muchas bibliotecas, capturaron a cientos de personas en ese mismo día. Durante esa época se crean 23 nuevas universidades privadas, asesinan a 26 miembros de la comunidad universitaria entre ellos trabajadoras y trabajadores, 15 heridos y más de 200 capturados. Es por todos estos hechos que el 26 de junio se celebra no solo el día del trabajador universitario sino la lucha histórica de la comunidad universitaria.

En conclusión en la época actual los trabajadores y trabajadoras de la UES tenemos el deber de defender la autonomía universitaria, exigir un presupuesto justo para la Universidad, así como también tenemos la responsabilidad de cumplir con nuestros deberes como trabajadores, servir, colaborar y coordinar nuestro trabajo de una manera honesta y solidaria hacia los demás. 

Asimismo aprovecho la oportunidad para saludar y felicitar a mis colegas maestros de nuestra Facultad de Medicina por estar celebrando el día del Maestro Universitario, nuestra profesión es una de las más nobles e importantes en toda sociedad, esto lo tenía presente el líder y libertador Simón Bolívar: “El objeto más noble que puede ocupar el hombre es ilustrar a sus semejantes”. Esta época nos hace reflexionar acerca del actual rol de los profesores Universitarios; nosotros debemos convertirnos en líderes en la formación de los futuros profesionales y que estos contribuyan a resolver los problemas de salud que tiene el país, con una visión transformadora no contemplativa, con una mentalidad de cambio.

Como lo dijo Salvador Allende en la Universidad de Guadalajara, México el 2 diciembre de 1972 “hay médicos que no quieren entender, por ejemplo, que a mayor pobreza mayor enfermedad, y a mayor enfermedad mayor pobreza y que, por tanto, si bien cumplen atendiendo al enfermo que demanda sus conocimientos sobre la base de los honorarios, no piensan en que hay miles de personas que no pueden ir a sus consultorios y son pocos los que luchan porque se estructuren los organismos estatales para llevar la salud ampliamente al pueblo. De igual manera que hay maestros que no se inquietan en que haya también cientos y miles de niños y de jóvenes que no pueden ingresar a las escuelas. Y el panorama de América Latina es un panorama dramático en las cifras, de su realidad dolorosa”. 

Además el actual profesor universitario debe de preocuparse por la formación de nuevos profesionales con valores vinculados con la salud (la equidad, solidaridad, servicio, conciencia social, responsabilidad, honestidad etc.) estos valores deben ser aplicados y desarrollados sobre todo en la educación comunitaria y en las materias humanistas que reciben nuestros estudiantes las cuales les permiten tener un contacto con la realidad del país (la proyección social al contacto con la comunidad.

Como profesionales de la medicina y como futuros profesionales tratamos con el ser humano social no individual, por lo tanto no podemos comportarnos como técnicos, por ejemplo los ortopedas usan instrumentos de carpintería, pero no es lo mismo aplicar esos instrumentos a un mueble (silla) que a un ser humano, su aplicación es totalmente diferente, es por ello que invito a todos mis colegas a seguir construyendo una mejor Facultad de Medicina y una mejor Universidad, formadora de profesionales integrales para nuestra sociedad salvadoreña.

 ¡¡¡¡¡FELICIDADES!!!!

“La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACIÓN del hombre”. Paulo Freire.
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jueves, 19 de junio de 2014

Fallece un gran luchador universitario


El pasado mes de mayo falleció el Ingeniero Joaquín Vanegas, docente de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura. 

El colega Vanegas ha dejado un gran vacío en nuestra Alma Máter, ya que prácticamente se consagró a la defensa de su amada Universidad, además de trabajar incansablemente y de manera destacada por los derechos del profesorado universitario. 

El Ingeniero Joaquín Vanegas nos ha dejado como legado su inquebrantable voluntad y tenaz lucha por hacer de nuestra Universidad un verdadero faro de luz académico, científico y técnico para nuestro país.
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miércoles, 18 de junio de 2014

Para una estrategia de la UES

Para una estrategia de la UES

1. En este período, con el inicio del Gobierno presidido por una fórmula presidencial compuesta por militantes históricos del FMLN, se cumplen con más claridad y precisión objetivos históricos de lucha del pueblo salvadoreño y de la Universidad de El Salvador.

2. El pueblo salvadoreño construyó en el FMLN su máxima expresión orgánica y la UES participó y fue protagonista, como institución académica y política del Estado, junto al FMLN en todo el proceso de lucha por la democracia nacional. Es decir que la UES es coautora del triunfo electoral del FMLN y del derrocamiento de la Dictadura Militar.

3. En su larga lucha contra la Dictadura Militar en El Salvador, la UES ha sufrido fusilamientos de integrantes de su comunidad universitaria (Luna y Zapata, estudiantes de Derecho, fusilados junto a Farabundo Martí), asesinato de su Rector (Félix Ulloa), masacre de estudiantes el 30 de Julio de 1975, cuatro intervenciones militares directas (1963, 1972, 1980 y 1989), decenas de cercos militares y centenares de asesinados y desaparecidos entre estudiantes, docentes y empleados administrativos. La UES tiene un derecho propio, ya ganado, en la participación académica y política en la conducción democrática del Gobierno y del Estado en El Salvador.

4. La UES debe orientar sus funciones básicas de docencia, que es la principal, investigación y proyección social, que son funciones complementarias, hacia la construcción de personal técnico y científico calificado y capacitado para la contribución a la resolución de los problemas nacionales; diagnosticar y orientar soluciones de corto, mediano y largo plazo en todas las dimensiones de los problemas nacionales, con especial énfasis en los problemas económicos del país, que constituyen, como en todo el mundo, la raíz del resto de problemas, políticos, sociales y culturales.

5. La UES necesita en la actualidad una reforma académica, administrativa y financiera, concreta, dirigida con claridad en principio a desarrollar eficiencia, eficacia, efectividad, transparencia y empoderamiento social con la finalidad de realizar análisis científico técnico y proponer políticas para la solución de los problemas nacionales, formar profesionales para que den su contribución técnico científica en la resolución de los mismos y apoyar a las comunidades del país por medio de la proyección social participativa en la resolución de sus problemas.

6. De manera específica la UES debe contribuir al desarrollo municipal, por ser el municipio, una entidad que vincula leyes del desarrollo del territorio, la producción, la población, la división del trabajo, el empleo, el comercio, el intercambio mercantil y el flujo monetario, el sistema financiero nacional e internacional, la educación, la seguridad pública, las raíces culturales y turísticas. Formar la mayor cantidad posible de profesionales para que trabajen en el desarrollo de los municipios, mancomunidades y regiones bi o tri nacionales, estudiar leyes y procesos de desarrollo municipal ligados al desarrollo nacional y apoyar a las comunidades a nivel territorial y municipal, y su capacidad de incidencia nacional considero que debe ser la orientación estratégica de la UES en el actual período y en función de ello, dirigir las tres reformas (académica, administrativa y financiera) y las tres funciones (docencia, investigación y proyección social).

Notas
Para un estudio de la Universidad de El Salvador
Evaristo Hernández
Junio 2014
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domingo, 15 de junio de 2014

Problemas cotidianos en la UES

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Algunos se preguntarán si el título de estas reflexiones está correcto, ya que los problemas del académico comienzan desde que entra a la UES; si llega a pie se topa con aglomeraciones por las ventas instaladas que se apoderan de tales espacios, y si ingresa en vehículo existe poca visibilidad y difícil maniobrabilidad en algunos portones (particularmente Derecho e Ingeniería) con alto riesgo de un accidente debido a que hay vehículos mal estacionados y universitarios que optan por evadir la aglomeración de las entradas, bajando de la acera al asfalto con peligro de ser arrollado.

Luego se topa con un lugar de trabajo que con suerte lo asean una vez a la semana y los servicios sanitarios dejan mucho que desear en su parte higiénica. Frecuentemente se corta la energía eléctrica o el agua potable, haciendo su trabajo más difícil aún.

Después llega a las aulas que rebalsan de estudiantes, con una pizarra que no es de las mejores. Aquellos que usan pizarras de yeso están peor aún ya que el yeso que proporciona la UES produce en algunos dermatitis, a otros les afecta las uñas, también daña el sistema respiratorio y los ojos por el excesivo polvo que produce, hay sacudidores de borradores; y no hablemos de la falta de equipo de sonido en las aulas grandes y en los auditorios.

A eso sumémosle la inseguridad que se vive ya que hay hurtos y asaltos, y los dispositivos puestos a las entradas no se utilizan adecuadamente ni hay registros que garanticen que no entren personas dañinas a la institución.

Por otro lado, la parte administrativa no ayuda mucho en las gestiones si se plantea hacer proyección social o investigación; después de eso, los fondos son escasos, los laboratorios están mal equipados, y el tiempo… hay que sacrificarse porque en muchas Facultades la prioridad es atender la demanda estudiantil.

Además, su labor docente se ve entorpecida porque muchos alumnos no traen el nivel académico requerido, ni tampoco hay orientación profesiográfica o consejerías para ayudare a al alumno con sus múltiples problemas. Es frustrante ver que el esfuerzo de preparar una buena clase se desperdicia al constatar en los exámenes que la mayoría de los alumnos quedo reprobado y a veces con notas bajísimas, ni comentar la brillante idea de los repetidos que no le ayudan al estudiante ni al docente.

Afuera de la U nadie nos reconoce el mérito de ser académico del alma mater, sino más bien somos señalados por el desorden de la institución; e igual que el resto de la población, vivimos temerosos de la delincuencia.
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Ser académico de la UES, un privilegio

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Ser académico de la UES, un privilegio
Por Saturnino Gámez
Profesor
Facultad de Ingeniería y Arquitectura

Consideremos esto: Si hay una profesión que puede cambiar el mundo es la de maestro, ya que tenemos el honor de que la sociedad salvadoreña nos confíe su más valioso tesoro, sus jóvenes –y precisamente a los más necesitados- para que ellos se conviertan en personas de bien, útiles a la sociedad por medio del proceso de enseñanza – aprendizaje.

No es posible sobre-estimar los beneficios de la educación. Muchos lo han dicho de diferente forma: Nelson Mandela  ex presidente de Sudáfrica dijo “LA EDUCACIÓN ES EL ARMA MÁS PODEROSA PARA CAMBIAR EL MUNDO”. Por otra parte Lawrence Summers consejero económico de la Casa Blanca lo expresó así “LA BATALLA POR EL FUTURO DEL PAÍS SE GANARÁ O SE PERDERÁ EN SUS ESCUELAS PÚBLICAS", otros consideran que: “EL ACTO MÁS REVOLUCIONARIO ES EL DE LA EDUCACIÓN”.

La UNESCO en su Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo, reconoce que “La educación posee la capacidad incomparable de reducir la pobreza extrema y potenciar objetivos de desarrollo del más amplio espectro”

En esta época de vertiginosos cambios tecnológicos, económicos, políticos, ambientales y culturales, solo los pueblos más capaces podrán superar con éxito las dificultades asociadas a estos dramáticos cambios, ¿nos estamos preparando para hacer frente a tales cambios? O ¿seguimos anclados en el pasado pensando que todo funciona como antes y seguirá funcionando igual? Pensar que los cambios son lentos y nos esperarán a que nos adecuemos ha sido el error histórico de muchas naciones que fueron grandes y hoy están en serios problemas.

Si hay un país, una nación que necesita de sus mejores académicos es el nuestro, pero no de cualquier académico, no un académico mediocre; sino de un académico que respete a su institución y sus compañeros, que trate a sus alumnos con respeto y cariño, que sea consejero, que le inculque valores presentándose puntualmente a sus clases, preparándolas con amor, que planifique cuidadosamente el procesos enseñanza aprendizaje, que elabore material didáctico y que diseñe proyectos de investigaciones, que haga proyección social, que haga un esfuerzo por mantenerse actualizado en su especialidad y que enseñe al alumno a ser crítico y reflexivo.

Ya lo dijo Karl Menninger  “Lo que el maestro es, es más importante que lo que enseña”. Howard G. Hendricks lo dice así “La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón”, y el gran Victor Hugo expresa “No hay malas hierbas ni hombres malos; sólo hay malos cultivadores”.

Por lo tanto, hay dos actitudes que podemos tomar: maldecir el hecho de haber nacidos en este país, la mala suerte de vivir en la inseguridad, o bendecir haber nacido aquí porque aquí es donde podemos colaborar y estamos dispuestos a trabajar incansablemente por cambiar esta situación, por la función que desempeñamos en la sociedad. Es nuestro privilegio y debemos aprovecharlo. ¡¡¡ Adelante compañero y compañera, saquemos esa mística de educadores de la Universidad de El Salvador !!!
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Pendiente: Petición de Perdón del Estado a la UES

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Una omisión de especial importancia en el discurso presidencial con motivo del XVIII Aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz (véase entrada en este blog) es que no existe en el discurso una particular referencia a la petición de perdón hacia la Universidad de El Salvador y los universitarios muertos y desaparecidos y sus familiares. 

La UES tuvo un papel destacadísimo en la lucha por la democracia en El Salvador, que se profundizó en las décadas del 70 y 80 incluyendo la década del 90 hasta la firma de los Acuerdos de Paz. 

Si hubo dos instituciones del Estado que participaron directamente en el conflicto armado, fueron la FAES, al lado de la dictadura militar y la UES, al lado del pueblo, orientándolo institucionalmente y protegiéndolo en sus instalaciones. 

La UES fué intervenida militarmente en cuatro oportunidades; fue masacrada la manifestación universitaria el 30 de julio de 1975; ocupado su campus por la dictadura militar durante varios años y en diversos períodos; de manera cotidiana era asediada militar y policialmente y fué saqueada materialmente, casi en su totalidad en una de las intervenciones; asesinaron a su Rector, de izquierda, Ing. Félix Antonio Ulloa; los profesores, estudiantes y trabajadores de la UES, muertos o desaparecidos se cuentan por centenas. 

Si una institución y una comunidad aportó DESTACADISIMAMENTE a los Acuerdos de Paz, esa fué la UES. 

La UES, como institución y como comunidad, por mérito propio, debe ser reconocida y resarcida presupuestariamente y material y moralmente como una institución EMBLEMÁTICA en la lucha por lograr la Paz en El Salvador.
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jueves, 5 de junio de 2014

El nivel histórico de la UES

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El nivel histórico de la UES

La Universidad de El Salvador, probablemente tenga una singular historia de compromiso social, al nivel de la Universidad de Córdoba, Argentina, que a principios del siglo XX nos heredó los lineamientos para la enseñanza superior como Derecho Humano o como la Universidad Nacional Autónoma de México que nos mostró cómo la lucha universitaria esta ligada a la lucha por la democracia en el proceso que culminó con la represión de la Plaza de Tlatelolco a finales de la década del 60 del siglo XX. También en ése siglo la Universidad de El Salvador tuvo un nivel de participación en los problemas nacionales de profundo significado para la relación de la Universidad con la Sociedad. 

La Universidad de El Salvador, le diò continuidad a la lucha por la enseñanza universitaria como Derecho Humano, participó como protagonista por medio del movimiento estudiantil y docente universitario, en la lucha por la democracia nacional en 1932 y a mediados de la década del 40 en el derrocamiento del dictador Maximiliano Hernández Martínez. Mantuvo su lucha contra la Dictadura Militar en todo el siglo XX, hasta que a principios de la década del 90 se disuelve la dictadura por medio de una solución política al conflicto bélico, en el cual, ya lo hemos señalado en otras oportunidades, solamente participaron dos instituciones del Estado de manera directa: una militar represiva la Fuerza Armada de El Salvador, al servicio de la oligarquía y la otra política académica democrática, la Universidad de El Salvador, al lado del pueblo. Este proceso le costó a la Universidad de El Salvador, decenas de integrantes de la comunidad universitaria muertos y desaparecidos, centenares de perseguidos y torturados, asesinato de su Rector Mártir, Ingeniero Félix Ulloa, cinco intervenciones militares, una de ellas prolongada por varios años, saqueo y pillaje de sus instalaciones, intentos tristemente rastreros de mancillar la dignidad de la Institución como el acto de soldados de defecar encima de los libros de la Biblioteca.

En el siglo XXI la UES en diferentes condiciones, se muestra debilitada en su mística de lucha y su contribución académica. Se han potenciado sus problemas administrativos, ha crecido notoriamente la burocracia, el personal carente de idoneidad, limitaciones financieras, sentido académico de investigación y docencia, limitada absorción de estudiantes que exigen educación universitaria, desorden financiero, falta de planificación estratégica, debilitamiento de las organizaciones estudiantiles, de trabajadores y docentes y de su sentido de lucha. Para bien del país el avance del proceso democrático del que la Universidad de El Salvador no es testigo sino como dijimos, protagonista real, las exigencias académicas y políticas se han diseminado en una significativa cantidad de Universidades privadas. A la UES el Estado no le ha reconocido formalmente o institucionalmente su positivo papel en la consecución de la democracia política y académica y lejos de ello, hubo un intento de someterla a los organismos financieros internacionales, intento que fue rechazado por la comunidad universitaria y hasta el momento se presenta dispuesta a luchar contra todo intento de privatización de la educación superior estatal.

Y la Universidad vive, se niega a morir como decía su Rector Mártir.


Notas Iniciales
Para un estudio de la Universidad de El Salvador
Evaristo Hernández
Profesor Universitario
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viernes, 28 de marzo de 2014

Crítica de la Reforma Curricular en la UES

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CONTRIBUCIÓN A LA REFLEXIÓN CRÍTICA DEL PROYECTO DE REFORMA CURRICULAR EN LA UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR.

MSc. Tito Alfredo Jacinto Montoya.
Catedrático de la Universidad de El Salvador.

                 Fenomenología del Asunto.

La Vicerrectoría de la UES impulsa un proyecto de reforma académica universitaria, del cual, quizá, no toda la comunidad universitaria tiene conocimiento, y por tanto, tampoco ha participado ni en su diseño ni en su implementación. Al parecer no hay clara inteligencia de lo que se pretende reformar, los motivos para hacerlo, ni de la mecánica institucional propuesta para tal efecto. Ya de entrada este aspecto podría denotar que el valor de la transparencia y la democrática participación estarían vulnerados.  Para el caso, en la Facultad Multidisciplinaria Paracentral, de la UES,  la Vicedecanatura jamás ha convocado al personal académico, ni estudiantil  para darnos a conocer semejante proyecto de cambio curricular. Pareciera que hay una especie de sigilo en el manejo de la información y,  que las personas que, a la sazón,  cuentan con el beneplácito de las autoridades,  suelen ser las únicas informadas del asunto. Me he enterado del proyecto porque un compañero de trabajo, docente por supuesto, me invitó a participar en una jornada de reflexión del documento de propuesta a desarrollarse en la sede central. Igualmente me facilitó una copia del documento marco. Digamos que me enteré y participé de manera contingencial. Pero hay asuntos que no estamos dispuestos a dejarlos en el campo de la contingencialidad y el azar.

                 Reflexión crítica del documento que propone la Vicerrectoría Académica de la UES.

       Quizá la inmensa mayoría de los elementos de su diagnóstico están referidos a cuestiones de tipo operacional, de funcionalidad de las estructuras y sistemas; talvéz falta un análisis del sentido, de la finalidad, y la razón final de la UES en el momento actual. Como decimos, podría faltar una reflexión de la eticidad que debe haber fundamentando la eficiencia de la funcionalidad de las estructuras; resulta de primera importancia considerar el sustento ético de la praxis de los sujetos que conforman las instancias y estructuras mediante las cuales la Universidad pretende ser eficiente. Lo importante de considerar los elementos del diagnóstico del cual se parte es que dependiendo de aquello que se pretenda superar así será la propuesta planteada; por tanto si el diagnóstico es limitado o, peor, equivocado así será también la respuesta. La virtual consideración únicamente de los aspectos estructurales de funcionalidad y de operatividad implicarían una visión estructural-funcionalista que se preocupa de manera exclusiva por la dimensión de “eficiencia”, la cual aparece como el valor fundamental.  Pero la visión eficientista únicamente se preocupa por “hacer bien algo”, por tanto el “logro del fin, con el uso lógico de los medios”; pero si el hacer bien algo me aparece como absoluto desprovisto de una fundamentación ética, entonces habría que considerar que hay ladrones y explotadores eficientísimos. No es lo mismo “hacer bien algo”, que “hacer el bien con algo”; en este último respecto ya la correcta adecuación de medios para el logro de los fines no me aparece como absoluto, lo que sí es absoluto es el logro del bien con dicha adecuación correcta de medios para fines. Pero, por supuesto, entendemos muy bien que la bien intencionada propuesta de la vicerrectoría no habrá de caer en las limitaciones aquí advertidas.

        Podría ser que el diagnóstico del cual parte la propuesta de la vicerrectoría Académica de la Universidad pase por alto la siguiente realidad: en la práctica real de las instituciones y estructuras de dirección de la Universidad, hay sujetos que son los responsables del desarrollo de la praxis institucional; y, al parecer, el poder se ha convertido en el fundamento de la ética; “algo es bueno, si se puede lograr”; si lo puedes hacer, entonces eres bueno, si no lo puedes hacer entonces eres malo e ineficiente; el fundamento de la ética, en esta visión, es el poder;  pero las cosas se pueden de cualquier manera, legal o ilegalmente, honorable o corruptamente, respetando o bien atropellando la dignidad humana; al parecer, lo importante es el logro del fin, los medios no importan mucho… Lo que importa es ser eficiente. Pero entonces, el problema no estaría en el diseño curricular, el supuesto vacío legal, la falta de normativas institucionales, o bien en el campo de las estructuras institucionales. El problema estaría en la eticidad e identidad universitaria de los sujetos que operamos en la Universidad como institución. Un ejemplo hipotético: la ley establece los tiempos, instancias, y los modos de elegir un Vicerrector Administrativo; sin embargo ya pasamos dos años sin haber podido elegir la persona para el cargo. ¿Por qué? ¿por problemas legales, institucionales,  o de intereses grupales? Lo ignoro.

       Quizá otra gran ausencia en el diagnóstico de la vicerrectoría  Académica es que hay una separación peligrosa entre Universidad – Sociedad. Talvez  haya un debilitamiento en la UES de la reflexión científica de los fenómenos sociales, políticos, económicos, y culturales, en buena medida por el abandono del marco teórico del marxismo, y el no involucramiento de los sujetos universitarios en las luchas reivindicativas y estratégicas de la clase trabajadora. Por identidad, por tradición, e incluso por ley la Universidad siempre fue conciencia crítica de la nación. Quizá ya hace mucho que la reflexión crítica universitaria que pudiera orientar el rumbo estratégico del país está ausente. A lo mejor, no hay un posicionamiento crítico científico de la universidad frente a los ingentes problemas de la nación; nada ha dicho en torno al problema del eterno déficit fiscal, la crónica delincuencia, el posible impacto de la implementación de la ley de asocio púbico-privado, etc. ¿Por qué? ¿Porque no se tiene nada qué decir? ¿Porque no se puede decir lo que tiene que decir? ¿Porque no se  lo considera relevante? ¿Por temor? ¿Por un debilitamiento de la identidad crítica universitaria? No lo sé. No creo que tendríamos que reconocer que la Universidad “ha perdido la cabeza teórica”. Al parecer esta dimensión del problema universitario no preocupa tanto a las autoridades; parece que más les interesa resolver asuntos de funcionalidad, de operatividad, de eficiencia más allá de un análisis de la ética que debe sustentar tal eficiencia. Un ejemplo hipotético: al funcionario corrupto no le interesaría cumplir la ley universitaria, únicamente le interesaría el cumplimiento de la ley si ello le favorece en el logro de sus intereses de grupo o individuales. Entonces, ¿el problema es que se tiene una deficiente legislación?; la respuesta es NO; el problema es que tenemos un funcionario corrupto. ¿Resolverías el problema cambiando la legislación? NO; lo resolverías educando al corrupto, o removiéndolo. El problema, en este caso hipotético,  no está en el sistema; está en el sujeto. Hipotéticamente esta dimensión de la problemática sería más frecuente o real si en la asignación de plazas laborales y decisiones institucionales hubiera de pesar más el criterio de pago de favores electorales. Pero, por supuesto, esto está lejos de ocurrir en nuestra Universidad, ¿verdad?.

       Al parecer la propuesta de reforma curricular impulsada desde la vicerrectoría académica de la UES parte del supuesto de que “la realidad ha cambiado”, y por tanto el modelo curricular de la Universidad habrá de cambiar igualmente. Pero la dinámica esencial capitalista en el país no ha cambiado, el hecho de que el eje de acumulación en la formación económico social salvadoreña ya no sea la agro industria, sino más bien el capital financiero no significa un cambio esencial, sino apariencial, de la lógica del capital en El Salvador. El hecho que la agudización de las contradicciones de clase no se expresen de la misma manera que en los ochentas, no significa que no haya lucha de clases; ciertamente podríamos aceptar la tesis de que hay un reflujo de la confrontación clasista, pero los intereses estratégicos de las clases fundamentales son los mismos de siempre. Por supuesto que en el presente la clase obrera ha perdido poder frente al capital. Los niveles de conciencia de clase de la clase trabajadora han decaído. Y por tanto la visión científica en términos de las ciencias sociales igualmente están en el gatopardismo acomodaticio pragmático. Las posturas pseudocientíficas del positivismo ecléctico ganan terreno y han logrado posicionarse como el marco teórico posible y “realista”. Al respecto Marx afirma que “La economía política, cuando es burguesa, es decir cuando ve en el orden capitalista no una fase transitoria del desarrollo, sino una forma absoluta y definitiva de la producción social. Sólo puede mantener su rango de ciencia mientras la lucha de clases permanece latente o se transluce simplemente en manifestaciones aisladas” (1). Esto es exactamente lo que podría estar ocurriendo ahora. El pragmatismo, el eclecticismo, el reformismo, y todas esas formas teóricas de defensa solapada del sistema capitalista tienen ahora carta de ciudadanía entre nosotros; y frente a una debilidad teórica, el abandono del marco teórico marxista, esos engendros intelectuales se nos presentan como lo único posible, como lo verdadero, como lo “realista”. Debilitar la presencia de las ciencias sociales en la curricula universitaria habría de ser uno de los propósitos de un “currículo oculto” de los enemigos estratégicos de la Universidad de El Salvador. La realidad social, económica, política, cultural en nuestro país no ha cambiado esencialmente. Históricamente la UES ha sido conciencia crítica de la nación, en los setentas y ochentas la curricula universitaria logró responder a los fines humanísticos y críticos de los buenos hijos que pasaron por sus aulas. Si la realidad no ha cambiado esencialmente, ¿por qué la Universidad tiene que cambiar esencialmente su currículo? Los únicos que quizá podrían estar interesados en un cambio curricular radical en la UES son aquéllos que temen el desarrollo científico, humanístico, y crítico de nuestra Universidad. Es muy interesante analizar de dónde vienen esas voces casi desesperadas por la reforma curricular: el BID, el Ministerio de Educación desde los tiempos de ARENA, los defensores del capitalismo neoliberal, los ideólogos de los tanques de pensamiento de la derecha nacional e internacional. ¿Cómo ha sido que hemos permitido que las universidades privadas nos vengan a decir ahora, por medio de los “pares evaluadores”  qué está bien y qué está mal?. ¿Cuál es el apuro de estar al día en las dinámicas de las “acreditaciones”?. Podemos modificar nuestro currículo, pero mal haríamos si lo transformamos esencialmente perdiendo nuestra identidad de ser conciencia crítica de la nación.  

       Es bien sabido que la dinámica curricular se refiere también a los sujetos del currículo. En la práctica dichos sujetos son varios, entre algunos de ellos se encuentran tanto el estudiante como el docente. Por tanto, en buena lógica, no sería recomendable la elaboración de una reforma curricular que ni incluya de manera activa la presencia en su elaboración de dichos sujetos; caso contrario estaríamos hablando de un currículo antidemocrático e impuesto, por muy técnico que fuera. La elaboración de una reforma curricular que no incluyera de manera real a los docentes y estudiantes sería un currículo sin fundamento en los sujetos e implementado “desde arriba”. De ahí que su implementación generaría resistencias, malos entendidos, deslegitimación, en una palabra, rechazo. Por tanto no se trata sólo de convocar a un pequeño equipo de “iluminados” para poner en práctica todas sus ocurrencias curriculares. Una propuesta curricular realmente científica y legitimada es aquella que parte de las bases, de los sujetos reales, que son los que en el día a día saben justipreciar los aciertos y debilidades de los modelos curriculares implementados. Esta sería una dinámica curricular que se estructura “desde abajo”. Pero por supuesto aquí estoy hablando en el plano del deber-ser de las cosas, no estoy juzgando lo que es.

                 Aproximación al caso de la reforma del plan de estudios en la Facultad de Ciencias Económicas.

No podemos entrar aquí al análisis de todos los componentes de la propuesta de reforma que incluye la propuesta curricular de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de El Salvador; no obstante, quizá uno de sus elementos fundamentales sea el de analizar la presencia de la Filosofía y la Sociología en el Plan de Estudios. Al parecer, uno de los elementos fundamentales de los cambios en el plan de estudios de las carreras de contaduría pública y administración de empresas de dicha Facultad consiste en eliminar del pensum la asignatura de Filosofía General para fusionarla (sic) con la asignatura de Sociología General. Actualmente el plan de estudios establece que los estudiantes de estas dos carreras deben cursas dos asignaturas: Filosofía General, que se sirve en el ciclo 01 de cada año, y Sociología General, que se sirve en el ciclo 02 de cada año. El objetivo general de dedicar un año completo al tratamiento filosófico y sociológico de la realidad nacional es el de que el  futuro profesional de la contaduría y de la administración tenga la formación necesaria para analizar científica y críticamente la sociedad concreta en la cual le habrá de tocar ejercer su trabajo profesional.  La inclusión de la filosofía y la sociología en el plan de estudios de alguna manera tiene qué ver con lo dispuesto por la Ley Orgánica de la UES cuando al determinar sus fines establece en el Art. 3, d) “Propender, con un sentido social-humanístico, a la formación integral del estudiante”. Nos preguntamos ¿cómo el nuevo profesional de las ciencias económicas habrá de tener la capacidad científica para conocer la realidad social, sus problemas esenciales y potencialidades de desarrollo y cambio estratégico, si no tiene la formación humanística y sociológica para ello? ¿A caso el quitar o cercenar la asignatura de sociología para potenciar los aspectos tecnocráticos no vulnera uno de los fines esenciales de la Universidad de El Salvador? ¿Cuál es el propósito oculto de limitar la capacidad de pensamiento crítico y el análisis social de la realidad? Quizá la propuesta de reforma del plan de estudios en la Facultad de Ciencias Económicas pretende promover los aspectos tecnocráticos en detrimento de la dimensión crítica-científica del futuro profesional. No lo creo. ¿Debería la Facultad de Ciencias Económicas preocuparse por retomar las sugerencias del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)? No lo sé. Pareciera que hay una alta preocupación por formar profesionales como fuerza de trabajo dócil, obediente, y sin crítica para insertarse en la lógica del mercado capitalista. Formar hombres y mujeres profesionales para el mercado. Si esto fuera así, cosa que yo no creo, dicha propuesta de cambio del plan de estudios estaría contraviniendo lo dispuesto por la Ley Orgánica de la Universidad en cuanto a sus fines estratégicos. En ocasiones, el planeamiento de que dichas asignaturas se tomarán como “ejes transversales” sería la manera más elegante de hacer nada. Además las propuestas de hacer asignaturas mezcladas, para el caso plantear en el mismo ciclo académico una sola asignatura de filosofía-sociología podría ser una mixtura que ignora la identidad propia tanto de la filosofía como de la sociología. Podrían ser esfuerzos solapados e injustificados de bajarle perfil al pensamiento crítico sobre los fenómenos sociales. Imagino que el Comandante Felipe Peña se removería en su tumba al ver lo que quizá pretenda hacerse en la Facultad de sus amores. No creo que eso se pretenda.

 En un contexto nacional en el cual hay un debilitamiento de las instituciones gubernamentales, un casi abandono de la función subsidiaria del Estado frente a las necesidades ciudadanas, un incremento de la delincuencia, un bajo perfil de los valores ético-morales y una sobrevaloración de la violencia y la corrupción como pseudo valores pragmáticos para el logro de los fines; sería un contrasentido inexplicable debilitar en la curricula universitaria la presencia de la filosofía si consideramos que una de sus ramas fundamentales es la ética y la axiología. Por el contrario debería fortalecerse en la curricula la consideración de la ética y la teoría de los valores del futuro profesional. ¿De qué serviría un profesional tecnócrata ducho en las técnicas y teorías administrativo contables, pero corrupto? ¿De qué valdría un profesional de las ciencias económicas sólidamente formado en la ciencia económica, pero sin sensibilidad social? Me parece que habríamos creado un monstro sabio, pero perverso. Pretender formar sofocadamente profesionales que se puedan adaptar a la actual dinámica del mercado capitalista nacional y global pero mermando su capacidad analítica-crítica para servir a su pueblo sería ir en contra de los fines de la Universidad ya establecidos en la Ley Orgánica. Por supuesto que esto no es lo que ocurre en nuestra Universidad.

(1). MARX, Karl, Postfacio a la Segunda Edición de El Capital, México DF., Editorial Fondo de Cultura Económica, p. XVIII.
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