miércoles, 29 de octubre de 2025
Sobre el Rector Màrtir: una publicación de Tu Patria TV del 29 de octubre del 2020
"EL 28 de octubre de 1980 en el Salvador un Escuadrón de la Muerte asesinó al rector de la Universidad Nacional de El Salvador, el Ing. Félix Ulloa y su acompañante Francisco Alfredo Cuéllar.
Félix Ulloa Nació en Chinameca, Departamento de San Miguel el 7 de Septiembre de 1929. Hijo de Ana Josefa Ulloa Parada y José María Adolfo Eguizabal y Morán.
Estudió en 1955 en la Escuela Normal Superior. En 1957 es destacado como profesor de educación Media en la ciudad de San Francisco Gotera, y ese mismo año es promovido al instituto Nacional de Metapán. Entre los años 1958 y 1959 se desempeña como docente en la Escuela Nacional de Agricultura. Para ingresar a la Universidad, se exigía como requisito ser bachiller y no profesor, dicha situación lo obligo a ir a estudiar el bachillerato a Costa Rica en el Colegio Omar Dengo, a final de los años cincuenta y nueve. Durante su época de estudiante universitario para poder mantenerse económicamente dio clases en varios colegios de la capital como son el Colegio Guadalupano y Maria Auxiliadora.
Se graduó como Ingeniero Industrial el 27 de Mayo de 1967, pero su título lo recibió su esposa María Rosario González de Ulloa, pues él se encontraba en Estados Unidos. Realizó sus estudios de post grado, en el Instituto Tecnológico de Georgia en Atlanta. Culminando su Maestría el 14 de Junio de 1969.
Luego de obtener su Maestría en el prestigios Georgia Tech de Atlanta, se le nombró Director de la Escuela de Ingeniería Industrial de reciente creación, en 1967. En 1970 fue electo Decano de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura, propuesto por estudiantes del Frente Universitario Revolucionario de Ingeniería y Arquitectura, FURIA, y docentes progresistas.
Cuando el ejército ocupó la UES en 1972, fue capturado en la Facultad de Medicina, junto con el Dr. Víctor Valle, el Dr.Gerardo Godoy y otros miembros del Movimiento Nacional Revolucionario, del cual era miembro fundador.
Fue miembro de la planilla del MNR encabezada por el Dr.Meliton Barba, que se presentó para la Alcaldía de San Salvador en 1974. Por su militancia política sufrió el exilio académico de la UES durante la administración del CAPUES. Su hijo mayor Félix Ulloa (hijo) llegaría también a la comision politica del MNR, encabezada por el Dr. Víctor Valle de 1991 a 1994.
En 1979 después de haberse desempeñado como Jefe de Planificación durante la administración de la UES por el rector interino Dr. Eduardo Badia, fue electo Rector de la Universidad de El Salvador. Desde ese cargo dirigió el Alma Mater en momentos críticos de la historia de El Salvador.
El 18 de mayo de 1980, presidió el acto Solemne de entrega del Doctorado Honoris Causa post mortem, otorgado por la UES a Monsenor Oscar Arnulfo Romero.
La UES se convirtió, gracias a su autonomía, en el único lugar seguro para las reuniones de los movimientos sociales, grupos políticos y otras fuerzas democráticas del país.
En su calidad de Rector firmo el acta de constitución del Frente Democrático Revolucionario, al cual la UES se integró en calidad de observadora. Durante su mandato se otorgaron dos Doctorados Honoris Causa, uno a Monseñor Oscar Arnulfo Romero y otro al maestro Edmundo Barbero, director por largos años del Teatro Universitario.
En reconocimiento a su destacada labor en pro de la democracia y la cultura, fue electo Presidente del World University Service - WUS, con sede en ese entonces en Ginebra, Suiza; y posteriormente, en Manila, Filipinas se le eligió como Vice Presidente de la Asociación Mundial de Universidades o International Association of Universities - IAU, cuya presidencia recayó en el Dr. Guillermo Soberon rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, la universidad más grande de América.
En su lucha por mantener funcionando la Universidad de El Salvador, después del ataque y ocupación militar de la cual fue víctima el 26 de junio de 1980, Ulloa lanzó la consigna “La Universidad de El Salvador se niega a Morir” y consecuente con ella, reinicio las labores administrativas en el 5o. piso del edificio de la Corte de Cuentas de El Salvador. Posteriormente se fueron alquilando residencias particulares en las cuales funcionaban las distintas unidades académicas.
Ante la crítica de las fuerzas oscurantistas que pedían a gritos la clausura del Alma Mater aduciendo las precarias condiciones de su funcionamiento, el rector respondió: “La Universidad no son los edificios, la Universidad existirá mientras exista el demus universitario, es decir, mientras sus profesores, estudiantes y trabajadores a pesar de la represión, las amenazas a muerte y la cárcel, decidan continuar dándole vida a la ciencia y a la cultura", en estos días aciagos-
En reconocimiento a su ardua labor en defensa de la autonomía universitaria,la libertad de cátedra y los derechos de los universitarios, se le concedió el Premio Alternativo de la Paz, en Alemania y justamente cuando se dirigía a recibirlo y a presidir en Ginebra, Suiza, la reunión del Comité Ejecutivo del WUS, fue ametrallado por un escuadrón de la muerte, a escasos cien metros del campus universitario, el 28 de octubre de 1980, falleciendo el día siguiente.
En su honor se estableció en Inglaterra, la Félix Ulloa Memorial Fund, bajo la dirección de John Bevan.
Una de sus frases imperecederas ha sido grabada en cada una de las piedras de nuestros caminos para recordar a las generaciones futuras, que el sacrificio de los que entregaron sus vidas por una sociedad más justa y solidaria, no fue en vano: “Dichosos los pueblos que recuerdan a sus muertos, pues ellos vivirán para siempre”
El premio lo recibió en Alemania el Lic. Carlos Evaristo Hernández en representación de la UES y del Rector Mártir.
Días después de su magnicidio, la UES realiza la primera graduación de profesionales en el exilio, la cual decidió poner el nombre del Rector Mártir a dicha promoción. El acto se realizó en el campus de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA.".
Las negrillas son nuestras. EH. 10-29-2025.
El surgimiento del lema: "Hacia la Libertad por la Cultura"
Palabras pronunciadas por José Benjamín Cuéllar Martínez, en representación de la familia del doctor Roberto Emilio Cuéllar Milla, durante la entrega del reconocimiento a este que fuera entregado por las autoridades de la Universidad de El Salvador (UES) el 28 de octubre del 2025 al conmemorarse ‒en el campus de la misma‒ el 45 aniversario del atentado mortal aún impune contra el rector Ulloa.
"Es mi deber iniciar estas palabras expresando un sentido agradecimiento que pronuncio en nombre de mi familia. Gracias a la Universidad de El Salvador por haber escogido esta fecha, trascendental dentro de su historia, para homenajear a mi padre Roberto Emilio Cuéllar Milla. Siendo él secretario general de nuestra máxima casa de estudios superiores, fue víctima de la brutalidad de un régimen dictatorial que mutó de un “modelo” personalista –mantenido a sangre, fuego, engaño y manipulación durante más de doce años– a su expresión sistémica impuesta desde octubre de 1944 hasta el inicio de la guerra en su contra y la firma de los acuerdos de paz que la finalizaron en enero de 1992. Mi padre fue víctima de la implacable represión de dicho régimen militar, encabezado por el teniente coronel José María Lemus.
Al momento de la toma violenta del recinto universitario aquel fatídico 2 de septiembre de 1960, antes de ser llevado a las bartolinas de la Policía Nacional adonde fue torturado, le rompieron la cabeza y quebraron un brazo mientras intentaba resguardar la humanidad agredida del rector de la época: el doctor Napoleón Rodríguez Ruiz. Recuerdo su imagen cuando llegó a nuestra casa familiar días después del atropello bestial a la autonomía universitaria, con su humanidad maltrecha por defender el derecho a la educación superior para la población salvadoreña. Yo tenía apenas cuatro años.
Hoy, seis décadas y media después, nuevamente transitamos tiempos oscuros en medio de los cuales destaca la persecución de algunas voces que critican al actual régimen autoritario. Casi junto al aniversario del asesinato de nuestro rector mártir –ingeniero Félix Antonio Augusto Ulloa Morán– y de su motorista Francisco Alfredo Cuéllar hace 45 años, en nuestro país se conmemora el día del defensor y la defensora de los derechos humanos en homenaje a un destacado alumno de la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales de esta nuestra alma mater: Herbert Anaya Sanabria.
En dicho marco, en el que destaca la impunidad fortalecida por una institucionalidad venida a menos cada vez más, considero es mi obligación ciudadana ‒desde mi compromiso con la decencia‒ exigir se transparente el cuestionado proceso judicial al que se encuentra sometida Ruth Eleonora López y otros colegas defensores de la dignidad de nuestras mayorías populares. También es mi deber demandar se respeten sus garantías judiciales y el debido proceso, dentro del cual ocupa un lugar destacado precisamente la transparencia.
En presencia de las autoridades de esta casa de estudios, meses antes de aquel nefasto 2 de septiembre de 1960, mi padre finalizó la lectura de la Memoria de labores universitarias del periodo comprendido desde el 19 de mayo de 1959 hasta el 30 de abril de 1960, con las siguientes palabras:
“Habréis pues comprendido ‒dilecta concurrencia‒ que la Universidad quiere cumplir su misión, que la Universidad ansía llegar a la meta de sus aspiraciones, que la Universidad se inspira en darse al pueblo para redimirlo de esa postración en que se encuentra. Esta fue la base de que el honorable Consejo Superior Universitario, a propuesta de su rector, dejara constatada con caracteres indelebles de honda inspiración, todos sus anhelos y sus propias inquietudes al adoptar como lema en sus miradas al futuro, la frase que dice ‘Hacia la libertad por la cultura’”.
A la anterior, habría que agregar la sentencia de nuestro rector mártir: “La Universidad de El Salvador se niega a morir y nosotros estamos aquí para que viva por siempre”.
Gracias."
Las negrillas son nuestras. EH.. 10-09-2025
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lunes, 27 de octubre de 2025
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