domingo, 11 de mayo de 2008

¿Cambio de posición del actual Rector sobre el BID?

Vía correo electrónico hemos recibido esta dos noticias, manejadas como un cambio de posición política e institucional del actual Rector de la Universidad de El Salvador. El punto es que se ha retomado el ya discutido e institucionalmente rechazado préstamo del BID, que el mismo Rector combatió y prometió no retomar, mas bien luchar contra todo intento de privatización de la UES. Todavía es prematuro conjeturar hasta dónde se ha llegado en estas conversaciones; lo que sí puede decirse es que el demos universitario no tiene información detallada.

Reproducimos los noticias:

NOTICIAS

Rufino Quezada reconsidera financiamiento del BID

El rector de la Universidad de El Salvador (UES), en 2006 detractor de un préstamo con el BID para la institución por considerarlo “privatizador”, reevalúa ahora la posibilidad de financiamiento con esta entidad. Las conversaciones se han llevado bajo un pacto de silenciocon Secretaría Técnica de la Presidencia y el BID, luego de que el presidente Saca le informara a Quezada que no tenía otra forma de reforzar el presupuesto de la universidad.

Edith Portillo

cartas@elfaro.net

La bandera que hace cinco meses llevó a Rufino Quezada a la rectoría de la Universidad de El Salvador (UES) deja de ondear ante la necesidad de sostener financieramente a la casa de estudios.

Quezada, que en abril de 2006 – siendo presidente de la Asamblea General Universitaria - se convirtió en el más acérrimo opositor a un préstamo de 25 millones de dólares que el Estado adquiriría con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para un programa de fortalecimiento de la universidad, ve ahora en la entidad financiera una posibilidad para reforzar el presupuesto de la institución estatal.

Según fuentes cercanas a las conversaciones que ahora sigue Quezada junto con el gobierno y el BID, el nuevo rector de la UES comenzó a reconsiderar el financiamiento del banco -que antes rechazó por considerarlo “privatizador”- luego de una visita hecha a Casa Presidencial el 18 de diciembre del año pasado.

El rector tenía como objetivo solicitar al presidente, Antonio Saca, un refuerzo presupuestario para la UES, que tiene una asignación de 63 millones de dólares para su funcionamiento durante 2008.

Anteriormente, Quezada había manifestado que la universidad necesitaba 48 millones extras, pero a Casa Presidencial llegó pidiendo solo un monto inicial de nueve millones para gastos de desarrollo académico, ampliación de infraestructura y el área de investigación.

La respuesta del presidente Saca no fue un “no” rotundo, pero sí puso en jaque al rector que, en una importante medida, había logrado el apoyo de la comunidad universitaria debido a su promesa de defender la institución “de las manos de la derecha” que supuestamente querían privatizarla.

Saca dejó claro a Quezada que no había en el Presupuesto General de la Nación una forma para dar ese refuerzo, pero le dijo también que “el préstamo del BID sigue estando ahí”.

El préstamo de 25 millones que gestionó hace dos años la UES, bajo la rectoría de María Isabel Rodríguez, no es el que está ahora bajo discusión, pero la disponibilidad de financiamiento continúa vigente.

Para explorar esta posibilidad, las autoridades universitarias solicitaron a Secretaría Técnica de la presidencia que les facilitara los contactos con el personal del BID. Según conoció El Faro, Quezada sostuvo una reunión hace tres semanas con Marcelo Cabrol, del departamento de Sector Social del BID, para establecer esos primeros contactos y plantear la necesidad de financiamiento para la universidad.

Un pacto de silencio

Hace cinco meses, cuando recién electo rector, El Faro le cuestionó a Rufino Quezada si estaría dispuesto a considerar préstamos internacionales si no lograba más presupuesto para la universidad, este dijo que su oposición continuaba, pero no cerró del todo la puerta: “Habría que estudiar los ofrecimientos. Creo que tenemos apertura y no vamos a hacer una gestión cerrada para nadie. Podemos discutir los problemas, podemos ver cómo encontrar soluciones. En ese sentido, por lo menos estaría garantizado que no se lesione la autonomía universitaria”.

En esa oportunidad, el nuevo rector aseguró también que durante su gestión tendría una política de puertas abiertas a los medios de comunicación para hablar sobre los asuntos de la institución.

Ahora, la máxima autoridad universitaria se niega a hablar sobre el tema. El Faro buscó desde hace dos semanas a Quezada, pero nunca dio respuesta a nuestra solicitud de entrevista.

La semana pasada habló solamente vía telefónica y, aunque no negó la información, evadió entrar en detalle.

En una primera llamada, insistió en no tener tiempo para atendernos ni para contestar ninguna pregunta por teléfono; en una segunda, cuestionado sobre su reunión con Carbol y las negociacioes para obtener financiamiento del BID, se limitó a decir “no estoy autorizado para dar información sobre ese tema”. ¿Autorizado por quién? “Es que es algo que se está viendo en el Consejo (Superior Universitario). A mí no es que alguien más me tenga que dar autorización, pero por eso le digo que no tengo autorización”. Y cortó la llamada.

Cabrol, el delegado del BID en Washington que sostuvo la reunión con Quezada, tampoco quiso hablar al respecto y remitió a las oficinas del banco en El Salvador.

La representación del BID en el país dijo únicamente que la reunión de Quezada con Cabrol había sido “solo una visita de cortesía, después de reuniones con varias universidades privadas”.

Una de las fuentes que conversaron con El Faro, proveniente de Casa Presidencial, confirmó los acercamientos en busca de las posibilidades de financiamiento y detalló que, de momento, las partes que participan de las conversaciones han convenido en establecer un pacto de silencio, a solicitud del rector, para “no alborotar el panal”.

Otras dos fuentes internas de la universidad confirmaron también a El Faro la reconsideración del financiamiento por parte de la rectoría y aseguran, incluso, que la nueva administración está tomando como punto de partida para una nueva propuesta el proyecto presentado por María Isabel Rodríguez en 2006.

La campaña de la privatización

Hace dos años, cuando la administración de Rodríguez había establecido ya los términos para la firma del contrato de 25 millones con el banco, la Asamblea General Universitaria (AGU, el máximo organismo de decisión de la UES, donde participan alumnos, docentes y un sector profesional no docente) votó en contra del préstamo para el proyecto de fortalecimiento institucional de la universidad, y se venció el plazo del BID para liberar el financiamiento.

Este proyecto, que se negoció con el BID durante un año, más otros meses previos de diagnóstico y elaboración, tenía cinco ejes básicos: el desarrollo científico sobre problemas centrales del país; el fortalecimiento de todas las facultades, con equipo, infraestructura y formación de personal; apertura de la UES a estudiantes con méritos y de bajos recursos; transformación administrativa de la universidad; y apoyo al desarrollo del magisterio nacional.

Para abril de 2006, cuando la correlación de la AGU no favoreció a Rodríguez para avalar el financiamiento del BID, Rufino Quezada era su presidente y se oponía al préstamo, según sus palabras, “por una razón muy sencilla”:

“es que la historia del BID en América Latina ha sido una historia que lo ha llevado a la privatización sistemática de las instituciones públicas y esto lo convierte en una institución de vanguardia del modelo económico neoliberal que ha atropellado y llevado tanta hambre y miseria a todos los pueblos de América Latina”.

Su desconfianza, decía, no era hacia la rectora Rodríguez, sino hacia la institución financiera. El año pasado, cuando buscaba los votos de la comunidad universitaria para llegar a la rectoría, incluso convirtió el tema en un punto importante de su campaña electoral
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NOTICIAS

Entrevista con Rufino Quezada, presidente de la Asamblea General Universitaria:

“Rechazamos el préstamo porque el BID es neoliberal”

Rufino Quezada dirige la Asamblea General Universitaria, el organismo que tiene la última palabra en las decisiones relevantes de la Universidad de El Salvador. El funcionario es uno de los principales opositores al préstamo de 25 millones de dólares para modernización de la UES, porque, dice, si viene del BID seguro hay gato encerrado. Aunque no sepa con certeza cómo, ni dónde.

Carlos Martínez
cartas@elfaro.net

Explíqueme la razón del rechazo frente al crédito del BID.

La Asamblea General Universitaria (AGU) emitió un pronunciamiento de rechazo, principalmente porque el mismo proyecto del BID nunca ha presentado cuáles son los verdaderos intereses del BID con la Universidad. La Asamblea apoya, desde todo punto de vista, el fortalecimiento y el desarrollo de la universidad, no así el financiamiento que está planteado por parte del BID, por una razón muy sencilla: es que la historia del BID en América Latina ha sido una historia que lo ha llevado a la privatización sistemática de las instituciones públicas y esto lo convierte en una institución de vanguardia del modelo económico neoliberal que ha atropellado y llevado tanta hambre y miseria a todos los pueblos de América Latina. No vemos ahora cuál es el interés del BID, cuando realmente ellos siempre andan buscando sus capacidades de lucrarse.
Esto hace creer a la Universidad que se esté pensando también en un futuro llegar a una privatización de nuestra institución.

¿Cómo? ¿A través de qué mecanismos?

A través de... ¡de su penetración en la universidad con este préstamo!

¿Al final encontraron en el documento algún elemento privatizador?

Ha habido varios documentos y varios proyectos, por último se ha dicho que el de noviembre es el admitido, pero en los anteriores encontrábamos serias afectaciones para la universidad en cuanto a su autonomía.

¿Por ejemplo?

No, ¡si en el documento no hay! Es que no lo van a decir. El BID no va a decir así, abiertamente, que van a privatizar.

Pero si no está en el documento no puede tener valor legal. Al final solo tiene valor legal lo que uno firma.

Esa es su visión. Nosotros tenemos otra.

No, no. A ver. Cuando usted va a un banco y pide un préstamo, las únicas cláusulas con valor legal son aquellas que están en el contrato. Nada puede ser obligatorio, nada rige, si no está contenido en el contrato.

Es que mire, nosotros no estamos tratando con la madre Teresa de Calcuta. Como no conocemos, no hemos sido parte de las negociaciones, no sabemos qué es lo que se ha negociado. Además ¿Por qué el BID de pronto está interesado en desarrollar la educación superior? Si realmente quieren ayudar, ¿por qué en lugar de hacer un préstamo no donan ese dinero?

Será porque son un banco, ¿no?

Allí está. Siempre va a buscar la manera de lucrarse.

Están dejando ir 25 millones de dólares por sospechas.

No es un proyecto de confianza de los organismos universitarios, es un proyecto con la visión de la señora rectora y su grupo de asesores, esto permite plantearte lo siguiente: que es necesario plantear el proyecto y que involucre el desarrollo de todas las facultades y de toda la universidad y luego, considerar que, si bien es cierto lo de 25 millones de dólares, es un financiamiento para cinco años, no es que lo van a dar de un solo... se ve realmente atractivo, pero los costos que la universidad podría lamentar en el futuro también llaman a muchos miembros de la comunidad universitaria a recapacitar la conveniencia o no de aceptar este préstamo.

“Los costos que la universidad podría”... están rechazando este préstamo por lo que se imaginan que podría ocurrir.

Claro. Correcto.

Esto no es técnico sino ideológico. En el papel no hay nada que les moleste, es la sola presencia del BID la que les molesta.

No, si hay cosas, muchas cosas que molestan. Tendríamos que analizar el texto. Además ¿Cuál es la verdadera versión del documento que se está negociando?

La última. El documento más actual siempre es el último.

Supuestamente es la última.

No puede ser la de en medio, Rufino.

Eso es lo que nos han dicho y como no hemos participado en las negociaciones no sabemos qué es lo que se está negociando.
La rectora asegura que en todo esto median otras cosas, como la próxima elección del nuevo rector y que la oposición frente a la propuesta responde a intereses de crear correlaciones.
Mire, yo al único sector que le he escuchado esto es al grupo de la rectora y a la rectora misma. No sé por qué están temerosos si en la U tenemos nuestra legislación, nadie va a llegar a la rectoría solo porque tiene ganas de hacerlo, tenemos nuestra ley orgánica, entonces no sé por qué la señora rectora está preocupada por esto, no debería ser una preocupación. El problema es que la señora rectora quiere heredar la rectoría y eso no se puede hacer, aquí hay instituciones y organismos.

¿Ustedes creen que la rectora quiere privatizar la UES?

No, yo no lo creo. Pero la desconfianza con esta institución financiera, sí creo yo que es válida.

¿Es decir que su análisis es que el BID está timando a la doctora?

Podría ser.

Rufino, ¿usted está interesado en la rectoría?

Ese tema aún no se ha tocado, falta.

¿Rechaza que está buscando la rectoría?

No se puede rechazar, porque ser candidato pasa por un consenso. Mientras ese consenso no exista, las posibilidades de ser rector, para cualquiera, están muy lejos.

Otro señalamiento es que se trata de una pugna de poderes. La rectora asegura que si los 25 millones se hubieran repartido entre las doce facultades, el crédito estaría ya aprobado.

Bueno, esa es la posición de los decanos. Aquí hay una diversidad increíble. Pero no se puede garantizar que el crédito ya hubiera sido aprobado porque el cuestionamiento contra el BID se mantiene.

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