miércoles, 2 de abril de 2008

La nueva Universidad necesaria

El Dr. Carlos Buezo nos ha remitido estos artículos sobre la discusión del papel de la Universidad en Costa Rica, en la Universidad Nacional. Los reproducimos por la importancia de los elementos de discusión relacionados con la vigencia del carácter crítico académico de la Universidad, que en buena medida, hemos perdido nosotros.

LA NUEVA UNIVERSIDAD NECESARIA

Henry Mora Jiménez

"La Introducción" de la Universidad Necesaria.

Me uno a la invitación que días atrás hiciera el compañero y amigo Gerardo Morales, a fin de reflexionar sobre uno de los textos fundadoresde nuestra Universidad. Me refiero a “Hacia La Universidad Necesaria”,escrito en septiembre de 1974 por el entonces Rector de la UNA, Rev.Benjamín Núñez Vargas. En esta ocasión, y para no hacer un comentariomuy extenso, me referiré a la Introducción de esa obra, en la cual sedelinean algunas tesis básicas del Proyecto de Universidad Necesaria.

1. El Rev. Núñez insiste en que no se trata de crear una nuevaUniversidad, sino una Universidad nueva, aquella que el país estánecesitando. En el primer párrafo de la Introducción, losadjetivos “nueva” y “necesaria” van de la mano, pero solo como unaprimera delimitación. Lo importante es que se pretendía crear, nootra, sino una universidad nueva. Claro está, es seguro que lo quese entendía por nuevo hace 35 años, deba ser redefinido hoy en díay hacia el futuro.

2. No obstante, el verdadero contenido de la Universidad Necesaria sedefine a continuación: “… darle a Costa Rica una universidadnecesaria que, contrayendo un compromiso efectivo con su realidadnacional, pueda servirle para cumplir un destino histórico conprosperidad, justicia y libertad”. Es claro que para cumplir conesta misión, la universidad debe hacer una lectura críticapermanente de la realidad nacional, lo que dejó de hacerse hacemuchos años. También es claro que CONARE y el Estado de la Naciónno pueden cumplir a cabalidad este con objetivo, ya que en ambasinstancias se entremezclan factores institucionales y políticosque limitan una visión crítica.

3. Entonces, universidad necesaria significa compromiso con laprosperidad (material y espiritual), la justicia (social) y lalibertad (política). Este ideario mantiene su total actualidad,aunque es obvio que debe ser ampliado al menos en dos vertientes:la sustentabilidad ambiental y la ética de la responsabilidadsocial (humanismo ético).

4. Luego se reafirma el compromiso de la Universidad con eldesarrollo del país, definido éste como un desarrollo autónomo yequilibrado. Implícito está, que el desarrollo no puede serentendido como progreso para unos pocos, ni a costa de socavar lasfuentes primarias de la creación de la riqueza (el ser humano y lanaturaleza), pero seguramente el espíritu desarrollista impregnatoda la propuesta, como era natural por aquellos años. Aquí surgeotra exigencia ¿qué entendemos por desarrollo y cómo se vinculaeste con el bien común?

5. Tangencialmente, el Rev. Núñez nos advierte que para elestablecimiento de las distintas unidades académicas y suscorrespondientes carreras, se siguen “las líneas generalesestablecidas en la tradición universitaria”. En buena hora esterecordatorio, pues esa tradición universitaria (pos colonial,napoleónica) se encuentra hoy en una profunda crisis. Y nosolamente una crisis institucional, sino ante todo, una crisis delegitimidad. A este desafío deberá responder la nueva universidadnecesaria.

6. Finalmente, resulta claro y explícito que todo el análisis de lavocación de la universidad se inscribe en el marco de un “modelode racionalidad instrumental”. ¿Será este un “pecado original”propio de la época de fundación de la UNA? Lo analizaremos en unpróximo comentario.

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